“Gamefest“, el evento madrileño que pretendía ser la feria más importante sobre ocio electrónico al sur de Europa y referente para todos los amantes de los videojuegos volvió por segunda edición desde el 29 de septiembre hasta el 2 de Octubre.
Tras pasar por el lado de unas colas interminables para comprar entradas, aguantar alguna cola de acceso y desvirtualizar a unos cuantos “virtual partners” a la entrada del recinto, decidimos comenzar la inmersión en lo que sería la segunda edición de una feria dedicada al consumo más que otra cosa (excusa perfecta para reunirse con muy buena gente) de la que pudimos observar cómo ha subido el nivel de inversión e interés por figurar entre los asistentes por parte de las distribuidoras, y más aún, por adornar el evento estéticamente para que no pareciese tan desolador en algunas zonas como lo fue el año pasado.
Nada más entrar, lo primero que pudimos ver fue cómo Microsoft apostó fuerte por la feria (increíble “fortificación” que se montó) y por Kinect ya que salvo Gears of War, Forza 4 y Halo Combat Evolved (remake con mismo motor y apariencia Halo 3), todo se centró en diferentes espacios para sus juegos: Kinect Star Wars, Kinect Sports Season two, Disneyland Adventures, Once upon a Time (Ay Tim Schaffer, lo que has sido y lo que eres) o Dance Central 2.
Realmente ninguno de los títulos cumplió con las expectativas que proponían en los discursos de ferias y noticias varias, sin ir más lejos quizás el más impactante fuese el videojuegos dedicado a la franquicia de Star Wars en el que se podían hacer los gestos de “la fuerza” en Kinect Star Wars pero que no registraba y ejecutaba todo tipo de movimiento del usuario, si no que únicamente podías realizar 2 movimientos para avanzar en el juego. Nos prometía una experiencia en la que el jedy imitaría los movimientos del jugador, pero finalmente la sensación fue algo parecido a cuando salió Red Steel para Wii, donde movías el mando de unas formas determinadas y el juego lo detectaba y traducía en movimientos pre escriptados. Aquí daba una sensación parecida al comprobar que tus mandobles distaban mucho de traducirse de forma calcada, tal y como nos lo vendían.
También hay que destacar la presencia de Square Enix y Koch Media de la mano de personal del equipo de desarrollo de IO Interactive y de miembros de Crystal Dynamics y Square Enix, demostraciones a puerta cerrada de Hitman Absolution y Tomb Raider respectivamente.
En los primeros compases de la demo en vivo de Hitman Absolution, nos mostraron al protagonista intentando huir de una persecución policial en el interior de un edificio histórico de Nueva York. A partir de una presentación que recordaba a otros juegos, el agente 47 empezó a hacer uso de la infiltración, el entorno y su “camuflaje natural” para ir superando uno a uno a sus adversarios, teniendo que superar situaciones tan difíciles como su paso por un piso acondicionado como invernadero para el cultivo de la marihuana. A destacar quizás el aspecto gráfico, siendo lo mostrado una pre-alpha, y la aparente “libertad” de juego para el personaje, a pesar de que en lo mostrado se siguiera un camino cerrado. También fue impresionante comprobar la muchedumbre que es capaz de mover el motor, que aparecía justo al final cuando el Agente 47 salía a la calle.
Sobre Tomb Raider hay que decir que el material que primero se mostró no era nada nuevo que hubiésemos visto anteriormente en internet o en el pasado E3 pero en la segunda parte mostraron una fase inédita, en la que Lara ha de ayudar a su mentor a sobrevivir tras el ataque de unos lobos.
Descubrimos entonces que el título dará absoluta libertad al jugador, pudiendo escalar, trepar, correr o saltar por donde crea oportuno: no hay ruta inválida, simplemente más compleja. De hecho, podremos acometer cualquier trayecto aún cuando no esté vinculado a la misión actual. Eso sí, hubo detalles a mejorar, como lluvia en interiores o cómo Lara se sacaba una antorcha encendida por arte de magia antes de entrar a una cueva, que rompía el realismo que han querido mantener.
Además obsequiaron a los asistentes con un póster de doble cara firmado por miembros de los equipos de desarrollo de ambos juegos.
Foto de Vandal.net
Como anécdota de este GAMFEST nos quedará el stand de THQ dedicado especialmente a Saints Row: The Third, en el que tras pasar por el interior de una limusina, se podía acceder a una sala en la que una bailarina mostraba sus encantos a ritmo del “21st squizoid Man” de King Crimson ultrajado como base por Kayne West.
Esta era la forma de promocionar un juego violento que busca llamar la atención sin ocultarlo, y que después de dos entregas anteriores que pasaron sin pena ni gloria, deja claro que esta vez lo quiere petar con prácticas que por otra parte no despreciamos en absoluto y son representativas del espíritu irreverente de esta tercera entrega.
También estuvieron presentes Sony, con un stand del que destacaba la ambientación dedicada a la última aventura de Nathan Drake, donde pudimos probar las poco renovadas partidas al multijugador del juego aunque sigue prometiéndose como GOTY del año.
Además de Uncharted 3: La Traición de Drake., uno de los objetivos para esta feria era probar la nueva portátil de Sony, “Psvita“. A simple vista ya reconocemos que los botones son mucho más pequeños que en PSP, y los gatillos están mucho mejor diseñados.
Además, incluye control con giroscopios y pantalla multitouch que combina con el pad y sticks de PSP, es decir, la experiencia jugable de siempre más nuevas características que implementarán funciones en los juegos. Por si fuera poco, la gran ventaja es que se mire desde el angulo que se mire la pantalla, la definición e imagen no se pierde además de la ligereza de la misma (puede que acentuada también por no llevar batería; habrá que ver cuánto se calienta con ella. Sin batería apenas se percibía el calor).
Retarded siendo retratado
Destacar como anécdota la frikería de contratar a un tatuador para que todo cerebro espongiforme se marque la piel con…..algún motivo de Sony a nivel consolas.
En definitiva, la propia GAMEFEST nos vuelve a recordar lo que precisamente entendimos de la primera edición, que es una feria por y para el consumo, con alguna muestra de novedades y con algunas conferencias bastante interesantes para un pequeño sector del público que recibe.
Pese a todo, la feria también ha tenido sus puntos fuertes y hay que reconocer una mejora de lo más sustancial aumentando su extensión, incorporando a las editoras con presencia española que se perdieron la anterior edición y un trato más selecto a la prensa (buena cuenta dimos de ello, aunque sea un detalle para mejorar, ya que no tenemos por qué andar nosotros “echándole cara”) con un amplio espacio dispuesto para el ejercicio de su labor.
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