Muchas veces nos hemos parado en el camino. Paradas que por miedo, por cansancio, nos han impedido seguir. Seguir hacia adelante, hacia nuestro objetivo, hacia la meta. Y es que a veces las cosas no son fáciles de alcanzar, porque si fueran fáciles nadie las querría. Es verdad que hay situaciones de dudas, de desganas, pero hay algo que es lo único que puede cambiarlo todo, y son las ganas, las ganas de seguir, de avanzar, de luchar por lo que quieres conseguir. Y es que cuando hay ganas todo se puede. Porque las ganas son las que te devuelven la ilusión, y esa es la única que jamás se puede perder..