En ésta época del año los rebullones se encuentran entre los pinos, han bajado las temperaturas, ha llovido un poco y ya sabéis que no me faltan en casa. Manuel y mi hija se encargaron de buscarlos y trajeron unas buenas cestas.
Hoy vamos a cocinar un potaje de los que no se olvidan fácilmente, lleno de aromas y sabores diferentes que unidos forman un plato incomparable. Cocinamos a fuego lento, escuchando el "chup chup ", saboreando y disfrutando del placer de cocinar.
Así comienza la nueva temporada de "Que no te falte un perejil", en la misma línea, con más ganas, compartiendo recetas sencillas, de siempre, de mi hogar, las que me gustan y con el deseo de que disfrutéis en este espacio.
INGREDIENTES
- 500 g. de garbanzos
- 500 g. de níscalos
- 500 g. de langostinos tigres
- 1 vasito de vino blanco
- 1 cebolla
- 1 pimiento verde
- 1 pimiento rojo
- 2 zanahorias
- 1 cabeza de ajos
- 1 hoja de laurel ( obsequio de La Alacena )
- 1 cucharadita de cominos en granos
- 1 cucharadita de pimentón hojilla ( ñora triturada más gruesa que el pimentón, ideal para platos de pescado, fideuas, mariscos... Regalo de La Alacena, Bollulos Par del Condado. Aquí encontrarás los mejores productos )
- 1 cucharadita de pimentón dulce de La Vera
- sal
- agua
- AOVE
PREPARACIÓN
La noche antes, pondremos los garbanzos en remojo. Al día siguiente pon agua hervir en una cacerola y echa los garbanzos remojados con una cucharadita de sal, la cabeza de ajos y el laurel. Los dejamos cociendo.
Pela los langostinos, reserva. Pon las cabezas y colas a rehogar en una cazuela con un poco de aceite en el fondo. Añade agua hasta que las cubra y deja que hiervan. Retira del fuego y cuela el caldo. Reserva.
En otra cazuela pon a calentar aceite en el fondo. Sofríe la cebolla picadita.
Cuando tome color, añade el pimiento verde y rojo picados.
Rehoga unos minutos y añade las zanahorias peladas y cortadas en rodajas.
Incorpora los rebullones ( níscalos ), bien lavados, sin resto de tierra y troceados. Pon el pimentón dulce y el pimentón hojilla.
Sigue sofriendo a fuego medio todo junto y echa el vino. Espera un par de minutos a que evapore el alcohol.
Cuando los garbanzos estén casi tiernos, echa en ellos los níscalos con el sofrito. Remueve todo con cuidado. Rectifica de sal. Incorpora el comino. Si lo majas un poco en un mortero aportarán más sabor.
Añade el caldo de los langostinos reservado.
Espera a que el caldo reduzca y espese, los garbanzos terminen de ponerse tiernos y en el último momento añade los langostinos reservados. Cuece unos minutos más.Espera a que el potaje repose antes de servirlo. Así tendrá mucho más sabor.