El español Guillermo García López, un día después de lograr la victoria más importante de esta temporada al derrotar al letón Ernest Gulbis, subió aún más su nivel al batir a su compatriota Rafael Nadal, número uno del mundo, y alcanzar la final del torneo de Bangkok, donde se medirá mañana contra el finlandés Jarkko Nieminen.
El jugador de La Roda (Albacete) superó en dos horas y 45 minutos de lucha a Nadal, por 2-6, 7-6 (3) y 6-3 y alcanzó la tercera final de su carrera. Nieminen por su parte, había vencido antes al alemán Benjamin Becker, por 6-3 y 6-2 en 65 minutos.
Ni siquiera unos problemas lumbares, por los que tuvo que ser atendido en el segundo set en dos ocasiones, impidieron al discípulo de Juan Manuel Esparcia completar el partido de su vida. “Guille”, que está también en las semifinales de dobles de este mismo torneo, superó sus miedos y con un balance de diez saques directos (42 hasta ahora, siendo el líder en esta semana) liquidó una contienda en la que salía como perdedor de inicio.
Los dos duelos anteriores contra Nadal, en Valencia 2005 y Madrás 2008, con derrotas sin ganar un set, apenas importaron a García López, que incluso tuvo la sangre fría de encarar el partido cuando Nadal estuvo a dos puntos de llevárselo, con 5-4 en el segundo set.
La clave del encuentro estuvo en el larguísimo segundo set, de una hora y 26 minutos, en el que el de Manacor dispuso de 16 bolas de rotura y no logró concretar alguna. Al final Rafa acabó con un desesperanzador bagaje de 2-26, algo impropio en su contrastado carácter de gran restador.
Nadal buscaba el séptimo título del año, y de paso casi conseguir la cuadratura del círculo. De haberse plantado hoy en la final y ganar el torneo después, se habría hecho con el segundo título de su carrera en pista cubierta (Madrid 2005) y el año hubiera sido magistral para él, al triunfar sobre tierra (Masters 1000 de Montecarlo, Roma, Madrid y Roland Garros), hierba (Wimbledon), pista dura (Abierto de EE.UU.) y, ahora, en sala. Tiene posibilidad aún de hacerlo en el torneo de Shanghai y luego en la Copa Masters de Londres.
Con la moral por las nubes, tras ganar a la tercera a un número uno del mundo (había perdido dos veces antes contra Roger Federer) encara ahora “Guille” la final de mañana en la que se encontrará con el finlandés, 60 del mundo, con quien perdió la única ocasión en la que se han medido hasta ahora, en Pekín hace seis años, por 7-5 y 6-4.
Será la segunda final del año para García López, que disputó en hierba la de Eatsbourne (Inglaterra). Su único título llegó en Kitzbuhel (Austria), en tierra, ante el francés Julien Benneteau.
Satisfecho por haber ganado por primera vez una semifinal en el Abierto de Tailandia, aunque al tercer intento (en 2003 cedió contra Taylor Dent y en 2005 contra Federer), Nieminen busca ahora el segundo título de su carrera, en su décima final. En 2009 en Sydney disputó la última contra el argentino David Nalbandian. Su único título llegó en Auckland en 2006.
El finlandés controló el partido con su sobrio juego de fondo y en el segundo duelo contra Becker en dos semanas repitió la victoria que ya había conseguido en Metz.
Al aprovechar tres de los cinco puntos de rotura, Nieminen desarboló el juego del germano, tal y como había hecho contra el serbio Victor Troicki, finalista en 2009, en segunda ronda, y ante el austríaco Jurgen Melzer, en cuartos. Su récord este año es ahora de 21 victorias por 22 derrotas.