El pasado 22 de Enero (la última vez que fui al Club Refugio Ombú)esperaba encontrarme con estas garzas que hacía bastante tiempo que no fotografiaba; para fortuna nuestra las estancias aledañas al camino tenían su ganado pastando y por ende las garzas estaban cerca del camino. En esta oportunidad no intenté acercarme porque adentro de la Duster la temperatura estaba mucho mas agradable que afuera, el aire acondicionado hacía mucho mas soportable la siesta y solo me limité a bajar el vidrio de la ventanilla para obtener estas tomas distintas a lo habitual.
Un solitario Pecho colorado se acercó a hacer compañía a las acaloradas Garcitas.