Largas y laboriosas han sido las gestiones que
ha desarrollado durante años Pere Fábregas, director general de la Fundación
Gas Natural Fenosa (GNF), para poder conseguir mostrar lo que se configura como
el único Museo del Gas que existe en España, un equipamiento cultural sobre el
medio ambiente, la energía y el gas en particular.
Ubicado en la actual sede de la Fundación, en una antigua nave de Sabadell donde se generaba electricidad a partir del gas, dispone de una exposición permanente en donde la historia de GNF tiene un espacio destacado ya que la historia de la compañía se remonta a 1843 cuando nació como Sociedad Catalana para el Alumbrado por Gas. El museo acoge el archivo histórico de la sociedad.
Su razón de ser se sustenta tanto en la preservación del patrimonio histórico de este sector industrial así como en la descripción de cómo han evolucionado las industrias del gas y la electricidad durante dos siglos y la necesidad actual de apostar por la eficiencia energética por la escasez de los recursos naturales.
Junto a la exposición permanente habrá una serie de temporales así como siclos de conferencias y cursos dedicados a diversos colectivos. Uno de ellos sobre el que se quiere incidir de manera especial es el escolar.
La primera exposición temporal se ha dedicado al arquitecto Juli Batllevell, un gaudiniano olvidado que fue el responsable de la construcción del edificio que hoy alberga el Museo, inicialmente sede de la empresa ‘La Energía’.
