Era algo impensable aquel 6 de Diciembre de 2001 cuando un novato Pau Gasol definía de manera brutal ante un, por entonces, joven Kevin Garnett, que ya acumulaba presencias en All-Star y que estaba en camino de lograr su único MVP dos años después, que estos jugadores, "enemigos" declarados ya entonces y líderes de franquicias con poco o nulo recorrido en postemporada (salvo las Finales de Conferencia de los Wolves en 2004), protagonizarían la reedición de los míticos duelos entre Lakers y Celtics en las Finales de estos úlitmos años de la primera década del siglo XXI. Aunque ambos han sido jugadores contrastados durante toda su carrera, su llegada a las dos franqucias más importantes de la NBA les dió un salto cualitativo, otorgándoles la posibilidad de luchar por anillos.
El caso de Kevin Garnett responde más a una presencia, un impulso al equipo, que a lo que pueda aportar en términos cuantitativos. El Garnett de Boston es un jugador menos anotador, menos reboteador, más entregado a la defensa y a la búsqueda del éxito colectivo. Sólo viendo su presencia en cancha y lo que supone para las victorias de los Celtics se puede entender la dimensión que tuvo su paso por unos Wolves que no se han recuperado de su pérdida. Con grandes jugadores a su lado (en Boston los tiene a pares), sus estadísticas bajan y las prestaciones de sus compañeros crecen. Si Rajon Rondo es el futuro y quien maneja los desidios que rige Doc Rivers desde la banda, Ray Allen es la pieza de encaje del engranado ofensivo y Paul Pierce es el ejecutor, el jugador sobre el que apuntan los focos, Garnett es quien consigue que todo siga unido y funcione.
Su llegada a Boston provocó que jugadores como Kendrick Perkins, Tony Allen o James Posey rindieran muy por encima de su nivel en defensa. El hecho de que Garnet impusiera en sus compañeros la moda de saltar a taponar cualquier balón que algún contrario lanzaba a canasta ya con el juego parado no era casualidad. Así los Celtics dejaban claro que en su aro no entraba ningún balón, aunque no se estuviera jugando. El resultado fue obvio, pues los Celtics firmaron una defensa implacable que les llevó al título. A pesar de las lesiones de estas dos últimas temporadas, Garnett ha seguido siendo vital en su equipo. La temporada 2008/09 la pasó bastante tiempo lesionado y su equipo lo notó cayendo en Segunda Ronda de Playoffs. El año pasado, con un Garnett al 70% de su estado físico (y más veterano), los Celtics fueron capaces de meterse en las Finales de la NBA. ¿Qué hubiera pasado de estar al 100%?
Eso nunca se sabrá, pero sí que los Lakers fueron campeones esos dos años. Y gran parte de culpa la tiene Pau Gasol, cuya llegada en Febrero de 2008 supuso el impulso definitivo para que estos Lakers pusieran la primera piedra de este inicio de dinastía. Si bien la derrota en aquellas Finales supuso un duro golpe para Gasol, de ella aprendió a corregir determinados errores que serían claves en el devenir de las siguientes temporadas. Es admirable que un jugador de su nivel siga aprendiendo y mejorando. Gracias a su duelo con Garnett mejoró defensivamente hasta el punto de anular al pívot más dominante de la NBA hoy día (o eso dicen), Dwight Howard, durante las Finales de 2009. En las de 2010 bien pudo ser elegido MVP, pero ya se sabe cómo funciona la NBA.
Gasol es un jugador de los que sabes que hacen mejores a todos los que le rodean. Le acompaña el calificativo de "escudero", de jugador que como estrella no es capaz de hacer un equipo ganador, a pesar de haber hecho de unos Grizzlies no muy sobrados de calidad equipo de Playoffs tres años consecutivos. Tal vez su rol como complemento de una estrella como Kobe le haga mejorar individualmente y, con ello, colectivamente, pero su inicio de esta temporada demuestra que hoy día, en su madurez deportiva y mucho mejor jugador que en su etapa en Memphis, está entre los 5 mejores jugadores de la Liga. Para esto no hace falta basarse en números individuales, sino en un compendio de estos y de su aportación a las victorias. Siempre se ha dicho que Pau era ambicioso y que cada meta que se planteaba lo conseguía y, aunque algunas sonaran a Ciencia Ficción (MVP de la Liga), hoy no lo son tanto.
Dos jugadores antagónicos en personalidad y algo menos en estilo de su juego, pero dos grandes competidores y jugadores claves en los éxitos de sus equipos. Entre ambos, 5 finales y 2 títulos, y con paso firme hacia Springfield.
Récord de Celtics
Con Garnett: 151-53 (74%), sin él 33-16 (67'3%). En Playoffs, 30-19 con él, 8-7 sin él.Récord de Lakers
Con Gasol: 138-41 (77'1%), sin él 10-6 (62'5%). En Playoffs, 46-21 con él.