Revista Remedios

Gasometría

Por Gabriel Giner @esaludcom

La gasometría es una prueba médica que tiene como principal objetivo medir los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en sangre. Una técnica que permite determinar la presencia de determinadas enfermedades respiratorias.

En este artículo veremos exactamente en qué consiste esta prueba, cómo se hace y cómo interpretar los resultados de la misma.

¿Qué es la gasometría?

La gasometría es una prueba diagnóstica muy popular que consiste en la recogida de sangre venosa o arterial, la cual se analiza en el laboratorio para determinar los niveles de óxigeno, de dióxido de carbono, y otras sustancias presentes en la sangre. Se utiliza por lo general para realizar un diagnóstico de diferentes trastornos que causan una insuficiencia respiratoria.

Tipos

Se diferencian dos tipos de gasometría.

  • Venosa: en este caso de recoge una muestra de sangre de una determinada vena del cuerpo; el procedimiento es exactamente el mismo al de una analítiva sanguína de rutina. Se utiliza para conocer cuáles son los niveles de pH, así como de bicarbonato.
  • Arterial: para realizar esta prueba la sangre se recoge de una determinada arteria, por lo general de la arteria radial de la muñeca. Realmente es la única sangre que permite determinar con exactitud la cantidad de oxígeno que pasa de los pulmones a la sangre. Es por ello que este tipo de gasometría es la que se realiza más habitualmente para diagnosticar casos de induficiencia respiratoria.

Valores que se miden en la gasometría

Valores que se miden en la gasometría

En esta prueba médica se miden un conjunto de valores de distintas sustancias presentes en la sangre.

  • pO2: se conoce como tal a la presión parcial de oxígeno, es decir, la cantidad de oxígeno disuelto que hay en la sangre. Los valores normales oscilan entre 75 mmHg y 100 mmHg. Aquellos valores por debajo de 60 mmHg implican que existe una insuficiencia respiratoria.
  • pCO2: se refiere a la presión parcial de dióxido de carbono, la cantidad de dióxido de carbono disuelto presente en la sangre. Los resultados normales varían entre 35 mmHg y 45 mmHg.
  • pH sanguíneo: se trata de uno de los valores más importantes, que consiste en el análisis de la cantidad de protones disueltos en la sangre, los cuales aportan un cierto grado de acidez al plasma. Los valores normales se encuentran entre 7,35 y 7,45.
  • SatO2: la saturación de oxígeno es el valor más determinante para diagnosticar la insuficiencia respiratoria. Los valores normales oscilan entre el 95-100%.
  • HCO3: y, por último, la cantidad de bicarbonato presente en la sangre. En este caso los valores normales se encuentran entre 22-28 mEq.

¿Por qué se hace una gasometría?

Tal y como hemos señalado, esta es una prueba diagnóstica que se utiliza con relativa frecuencia ya que resulta mínimamente invasiva y puede ser de gran utilidad para detectar condiciones que provoquen una insuficiencia respiratoria.

Asma

El asma es una enfermedad de carácter crónico que afecta a las vías respiratorias, cuyas paredes se inflaman y se estrechan. De este modo, se da una situación de insuficiencia respiratoria, la cual se acompaña de otros síntomas como tos y presión en el pecho.

Un ataque de asma se produce cuando los síntomas propios de la enfermedad empeoran. En la gran mayoría de ocasiones se trata de una condición que requiere de atención médica urgente.

Fibrosis pulmonar

Se conoce como fibrosis pulmonar a un trastorno ocasionado por daños en el tejido pulmonar, el cual se engrosa, imposibilitando que los pulmones funcionen de manera adecuada.

Los daños en el tejido pulmonar no pueden repararse de modo alguno. No obstante, a día de hoy existen un amplio abanico de tratamientos médicos, medicamentos y terapias, que alivian en gran medida los síntomas, y mejoran por tanto la calidad de vida de los pacientes.

Edema pulmonar

Edema pulmonar

Una enfermedad que surge a raíz de una acumulación excesiva de líquido en los pulmones, dificultando así la respiración. En un alto porcentaje de casos, el edema pulmonar tiene como causa principal un trastorno cardiaco, aunque el líquido también se puede acumular por otros motivos.

Se manifiesta de manera repentina y requiere de atención médica inmediata ya que la vida está en riesgo. El tratamiento varía en función de la causa, pero casi siempre consiste en la administración de oxígeno y medicamentos.

Hiperventilación

En aquellos casos en los que una persona respira demasiado deprisa, y además de forma agitada, puede expulsar más dióxido de carbono de la que realmente debería, disminuyendo así la cantidad de esta sustancia presente en la sangre. Una situación que produce alteraciones en el pH sanguíneo.

Sepsis

La sepsis es una enfermedad de carácter grave. Se da cuando las sustancias químicas liberadas a la sangre para combatir una determinada infección dan lugar a una inflamación generalizada. Una situación que da lugar a la formación de coágulos, disminuyendo así el flujo sanguíneo, y privando tanto a órganos como a tejidos de nutrientes y oxígenos.

Si no se recibe el tratamiento adecuado, diferentes órganos del cuerpo pueden empezar a fallar. En los casos más graves, el corazón poco a poco se debilita, dando lugar a lo que se conoce como shock séptico.

Trastorno del metabolismo renal

Y, por último, diversas alteraciones del metabolismo renal pueden requerir la realización de una gasometría. No hay que olvidar que el funcionamiento de los pulmones y los riñones está estrechamente relacionado.

¿Cómo se hace una gasometría?

La gasometría es una prueba médica relativamente sencilla, que se realiza en un corto periodo de tiempo; basta con un pequeño pinchazo para extraer un tubo de sangre, lo cual no suele llevar más de unos pocos minutos.

No es necesaria ninguna preparación previa; ni siquiera es necesario el ayuno. No obstante, es importante informar al médico sobre todos los medicamentos que se están tomando ya que por ejemplo los diuréticos pueden alterar los resultados de la prueba.

Procedimiento

Cómo se hace una gasometría

Una vez el paciente acude a la consulta, en primer lugar el médico realiza una serie de cuestiones generales acerca de su historia clínica; si padece algún tipo de enfermedad crónica, cuáles su estilo de vida… Por supuesto, también sobre los síntomas que han llevado a la realización de esta prueba.

A continuación, un profesional sanitario procede a extraer la sangre necesaria para la prueba. En función del tipo de gasometría de que se trate, se debe extraer la sangre de un lugar u otro. Tal y como hemos señalado, lo más habitual es que se trate de una gasometría arterial, en cuyo caso la sangre se debe extraer de la arteria radial, situada en la muñeca. Si es una gasometría venosa, la sangre se extrae de la parte anterior del codo, como una analítica sanguínea común.

Antes de proceder a la extracción de sangre es condición indispensable limpiar la superficie de la piel con una sustancia antiséptica para evitar gérmenes. A continuación, punciona con una aguja estéril y recoge la muestra.

Para finalizar, se coloca un algodón en el punto de punción, el cual se debe presionar durante entre 10 y 15 minutos para dejar de sangrar y evitar la formación de hematomas.

Complicaciones

Al iagual que cualquier otra prueba médica, la gasometría tiene una serie de complicaciones que es interesante conocer. Merece la pena destacar que se trata de una prueba con un riesgo muy bajo y que las complicaciones apenas se dan.

  • Infección local: siempre que se atraviesa la piel con una aguja, existe un cierto riesgo de infección. No obstante, a día de hoy es muy raro que se produzca en el ámbito médico ya que las medidas se extreman al máximo.
  • Hematoma: es relativamente frecuente que se derrame un poco de sangre desde la arteria que se ha puncionado hacia los tejidos que se encuentran alrededor. Para evitar esta complicación, es importante presionar el algodón que el personal sanitario coloca después de la extracción.
  • Hemorragia: una complicación que se da en un porcentaje muy bajo de casos ya que la aguja de la punción es muy fina.

Conclusión

La gasometría es una prueba diagnóstica muy común ya que resulta muy sencilla de realizar y permite diagnosticar un amplio abanico de trastornos que causan insuficiencia respiratoria. Si bien los reusltados anormales pueden darse a causa de trastornos pulmonares, también se pueden presentar por trastornos en los riñones o en el metabolismo.

Mediante los resultados de la gasometría, el médico será el encargado de realizar un diagnóstico y, si lo considera oportuno, de solicitar pruebas médicas adicionales.


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