El único hombre que no se equivoca,
es el que nunca hace nada.
Aquí regreso con dos nuevas pifias, no tan simpáticas como las anteriores, pero valen la pena. La primera es de una publicación religiosa que se llama Palabra nueva y que venden en la iglesia que mi mamá visita todos los domingos. Siempre trae buenos artículos y es muy cuidadosa con la edición, aunque es una revista de bajo costo, cosa que no importa mucho si su contenido es de alto costo. Lo cierto es que estuve leyendo este domingo y me encontré esta perlita.

La segunda es de un periódico dominicano, el Listín Diario, que por estos días un amigo ha dejado caer en mi casa. Me llamó mucho la atención el reportaje del preso cubano, sobre el que no me interesa hacer ningún comentario. El caso es que en un mismo artículo encuentro varios desvaríos, cosa que no es extraña en esta publicación, porque he tenido la oportunidad de leerla y siempre se esmeran en regalarnos gazapos a los amantes de la buena redacción y ortografía.

ML comenta: Les iba a perdonar el cuentagostas, porque pensé que… bueno, al final del renglón… pase. Luego me tropiezo con la liberación inoncidicional, cosa que sonaba muy extraña hasta que caí en que se habían formado un lío con la sílaba con . Ahí empecé a recordar un cursito de corrector de estilo que pasé hace muchos años, y en eso estaba cuando caigo en la cuenta de la condena del susodicho: si fue condenado hace tres años, ¿cómo asegura luego que fue condenado en el 2003? ¿Es que estamos en el 2006? ¡Vaya, cuando yo lo digo! Siempre estoy en la luna de Valencia, menos mal que no es el 2010, ¡todavía me quedan lejos mis 50!
¿O será que a cuentagostas la liberación inoncidicional te la dan a los tres años pero sales a los siete? Mejor hago un minuto de silencio… pero que sean dos.
¿Alguien me explica?