Ya se cumplieron mas dos años desde que aquella selección sub-20 clasificó al mundial de Egipto, se marco el inicio de una nueva era en nuestro país, surgieron jugadores como Rosales, Del Valle, Rondón; jugadores con futuro. Desde esos momentos todos y cada uno de los venezolanos sienten la camiseta, sufren, disfrutan y celebran los triunfos; las derrotas las lloran, pero siempre pensando que hay espacio de mejora. Desde el 2001 se empezó un proceso, el nuevo milenio le dio una nueva identidad a Venezuela, la "cenicienta"estaba empezando a despertar...
Aquel equipo de Richard Paez formo figuras, creo un proyecto, le dio una cara a la vinotinto; es por esos jugadores que en Venezuela surgió un despertar futbolistico, desde esa época el sueño de los niños venezolanos es vestir la vinotinto. El proyecto tiene 10 años consolidándose, muy criticado por muchos en sus inicios, ya empezó a rendir frutos. Ya Paez renunció, pero llego Farias a seguir con el proyecto, y el primer gran triunfo fue clasificarse al mundial sub-20, ahora esos jugadores se están consolidando en el fútbol europeo, surge una nueva generación.
Ahora, en el 2011, amamos a la vinotinto mas que nunca, la sentimos como propia, estamos orgullosos de ser venezolanos. Mucho de esto se lo debemos los 23 guerreros que viajaron a Argentina, a jugar la Copa América, los mismos que nos pusieron en la elite del fútbol sudamericano, entre los primeros cuatro. La vinotinto fue con las intenciones claras, llegar a semifinales; y lo lograron, hasta rozaron la final, pero entre la mala fortuna de los palos, Justo Villar y el sorteo de los penales se las arreglaron para dejarnos fuera. En Venezuela hay esperanza, esperanza de clasificar a Brasil 2014.