Miniserie de la HBO basada en un libro de un reportero de la revista Rolling Stone y en la que han metido mano los chicos de The Wire.
Después de esta imponente ficha técnica, os voy a dar cinco razones por las que hay que ver Generation Kill.
1 - Por su producción y fotografía. Después de verla, entiendo por qué sólo consta de siete episodios. Además de que seguro que el libro no daba más de sí, mantener ese nivel hubiera sido complicado frente a una bajada de presupuesto.
2 - Por ser un documento histórico. La serie narra la historia de unos marines estadounidenses en la primera etapa de la Guerra de Irak, aproximadamente desde que empieza la invasión hasta que Sadam es derrotado. ¿Os acordáis de aquellas imágenes de la gran estatua de Sadam echada abajo? Pues hasta ahí más o menos. Es interesante conocer los actos y sentimientos del ejército norteamericano durante esas fechas. Para mí no escatiman en mostrar las dos caras de la moneda: los que sufren al tomar conciencia de lo que realmente están haciendo y los sanguinarios que prácticamente han perdido la cabeza. Y además, meten bastante caña a las decisiones mal tomadas, poniendo el foco en cómo influyen en los últimos eslabones de la cadena de mando.
3 - Por su guión y sus diálogos. Por sus "Oscar Mike", "Copy", "Observe everything. Admire nothing" y todas las expresiones que ahora taladran mis conversaciones. También por esa tensión en los diálogos, que parece que siempre va a pasar algo más grave entre los compañeros, además de sus conversaciones escatológicas.
4 - Porque es una buena opción para aquellos a los que les interesa la temática bélica. No sé si alcanza el esplendor de Hermanos de Sangre, que puede que sea más épica y espectacular (a mí me sigue gustando más) pero no se queda ni mucho menos a la altura del betún cuando se trata de comparaciones.
5 - Por la gran pareja que forman Brad y Ray, unos personajes geniales. Creo que voy a tener que empezar a ver True Blood para que Alexander Skarsgård no desaparezca de mi pantalla.