Tenía ganas de hablar ya de este disco. Es más, creo que es increíble que habiendo cumplido 3 años de blog no haya sido objeto de análisis en post semanal todavía. Parte de la explicación reside con total seguridad en que es una obra que me gusta mucho escuchar en el mes de octubre y comienzos de noviembre de cada año, y más concretamente en la franja horaria entre las 19.30h y 22.00h cuando ya ha anochecido. Manías que tiene uno en este caso, pero por el motivo que sea, en años anteriores me ha pillado a contrapié con otros discos o artículos preparados, pasándosele su “época anual” que tiene para mí.
Creo que el toque otoñal se lo concede la que para mi es la gran canción de la obra “Duchess”, por esa melancolía que transmite en su ampulosa melodía y en la ciertamente triste letra que explicaré cuando me meta de lleno en el tradicional “mega-párrafo” de análisis formal del track list de la obra.
Es importante apuntar que a comienzos de la década de los 80, Genesis se había consolidado como un trío, compuesto por Tony Banks a los teclados, Phil Collins como batería y Mike Rutherford como encargado de las cuerdas, como de forma grandilocuente se reflejó en el anterior disco de la banda “…And Then There Were Three…”. Este disco, bajo mi punto de vista personal, a pesar de contar con pesos pesados de la historia del grupo como es el “Follow you, follow me”, o la incontestable “Many too many”, carece de consistencia y a ratos se hace algo pesado. No hay que obviar que el grupo llevaba en estado de recomposición permanente desde el trauma que supuso la marcha del vocalista Peter Gabriel, que en los días en que se editaba este disco que hoy revisamos facturaba su aclamado 3er. trabajo en solitario, y posteriormente el abandono del guitarrista Steve Hackett.
Poco a poco el éxito comercial del grupo iba en aumento debido a éxitos puntuales en forma de singles como el citado “Follow you, follow me” y en 1980 confirmarían su buen estado de forma con la que quizás sea la gran obra de los Genesis de la “Era Collins”. Y es que “Duke” es una obra ambiciosa, que casi llega a la hora de duración, con un listado de 12 temas variados, con toques progresivos en su sonido adaptados a los nuevos tiempos y con ejemplos pop que ayudaron a que el éxito comercial de la banda se siguiera afianzando.
Es curioso que se empiece con un tema que luego readaptaría en su primer disco en solitario el vocalista Phil Collins. “Behind the lines” aquí suena mucho más ampulosa y con una gran fanfarria sonora que le da un retazo monumental al inicio de “Duke”. Las guitarras se aceleran emulando a los sonidos más avezados de los días de “Nursery Crime”, entrelazándose con los fabulosos teclados de Tony Banks. Más de 5 minutos de canción que en realidad forman una suite con las 2 siguientes canciones. De forma umbilical conecta con la maravilla que ya les he advertido que es “Duchess”. Estamos ante un tema nocturno, melancólico, lleno de rabia en el proceder vocal de Collins ante el micrófono, el cual describe el declive de la carrera de una cantante, esa supuesta “duquesa” a la que alude el título de la canción. El tema dispone de un videoclip con un barbudísimo Phil Collins, ataviado con sombrero y gabardina y con el grupo dispuesto a ratos de forma lánguida en una sala de proyección (de esos momentos del video, he sacado la imagen de este post del grupo, puesto que no encontraba ninguna otra de 1980 de la formación). La composición es grandiosa desde su sinuoso y misterioso comienzo, lleno de matices interesantísimos, y que en definitiva sella una sección instrumental perfectísima para escuchar estos días sobre las 20.30h, cuando ya ha anochecido por completo, y si sobre todo tienen la suerte de estar en sus domicilios para apreciarla en soledad, que es realmente como se le saca el jugo a este temazo increíble. “Duchess” conecta con la 3ª pieza de esta suite de inicio, de título “Guide vocal”. Es un epílogo casi acústico, muy cortito en duración, que no pretende para nada entrar en competencia con la excepcionalidad de “Duchess” o el recargo sonoro de “Behind the lines”. Curiosa resulta la 4ª pista “Man of our times”, dispuesta sobre unos estridentes teclados a cargo de Tony Banks, y con un Phil Collins desaforado a la voz. A pesar de su notable desasosiego, quizás asociado al estrés que puede tener ese mencionado “hombre de nuestros tiempos”, resulta sorprendente que en el estribillo de la misma hay lugar para un cierto poso de melancolía en su melodía, el cuál notarán si se detienen a escucharla prestando atención. Uno de los grandes temas pop del disco y en consecuencia uno de los singles y éxitos comerciales de “Duke” es la siguiente pieza. “Misunderstanding”, además de contar con un videoclip que mostraba a Collins conduciendo un descapotable y escenificando esa confusión telefónica en alguna cabina de teléfono, es un tema accesible y fácilmente disfrutable, con unas líneas de guitarras medias comedidas y melódicas que se alejan de los excesos (por otro lado maravillosos) que se pueden apreciar en otras canciones de la obra. “Heathaze” comienza con semejanzas sonoras a “Guide vocal”, pero posteriormente se desmarca, conformando un tema con un sonido más agrio y lleno de entrega en algunas de sus partes.El gran tema pop extraído del disco, y que debido a su éxito o aceptación en la historia de Genesis marca un antes y un después en la discografía de la banda, es “Turn it on again”. Las guitarras melódicas de Rutherford, con las notas de teclados justas de Banks conforman un tema directo, rítmico y lleno de alegría, ilusión y buen rollo. Sin embargo, quizás es el tema que menos tenga que ver con el conjunto de la obra, pero aquí, en mitad del listado se hace agradable un respiro pop de estas características. Hay lugar para una balada desconsolada como es la sentida “Alone tonight”, la cual abre la parte final de la obra. Acto seguido llega “Cul-de-sac” con una estructura no clara, nada evidente, en la que sobre todo destacan el bombo que tienen los teclados de Tony Banks, siguiendo el patrón marcado en el comienzo de la obra “Behind the lines”. Estamos ante otro tema rotundo, que mezcla a partes iguales el sentir que te dejaba “Man of our times” con la ya mencionada canción de apertura de la obra. Tras tanto bandazo sonoro o sacudida que hemos experimentado en “Cul-de-sac”, ahora se dispone un tema con una mayor mesura titulada “Please don’t ask”, con un leve toque nocturno, en el cual los teclados de Tony Banks son más bien envolventes para este medio tiempo que nos permite coger fuerza durante sus minutos de duración, ya que el final instrumental compuesta por el combo “Duke’s travels” y “Duke’s end?” es un ejercicio sesudo, progresivo, oscilante y que busca darle carácter cíclico a la obra, retornando su sección final, propiamente en “Duke’s end?”, a los sonidos y melodías que conformaban la estructura troncal del inicio que pudimos escuchar tres cuartos de hora atrás con “Behind the lines”. En “Duke’s travels” sobre todo hay que destacar el increíble papel de Tony Banks en sus teclados. Phil Collins hace acto de presencia a eso de los 6 minutos cantando parte de “Guide vocal”. En todo caso es un final mágico y que le confiere ese carácter de unidad a la obra, dándole un enfoque conceptual.
Los Rutherford, Collins y Banks comenzaban los 80 con buen pie. “Duke” fue nº 1 en la lista de discos más vendidos en el Reino Unido y sus singles “Misunderstanding” y “Turn it on again” funcionaron realmente bien en sus papeles individuales. En los años venideros el grupo editaría en 1981 “Abacab” (¿de qué me suena a mi ese título?) y en 1983 su disco de título homónimo. Estos 2 trabajos a día de hoy están considerados obras menores en comparación con el protagonista de esta semana, pero en todo caso a mi me parecen dos auténticas joyitas en forma de álbum, con una razonable ración de excelentes canciones en su interior.
Quizás la percepción de que “Abacab” y “Genesis” estén en parte en el olvido resida por un lado en el enorme éxito del posterior “Invisible Touch” de 1986 y por otro lado en que Phil Collins, “muy a su pesar” como suele declarar, iniciara su trayectoria en solitario con un celebradísimo primer disco de estudio “Face Value” en el mismo 1981 donde se editaría también “Abacab” y comenzara a darle importancia a partes iguales a su trayectoria en solitario y a su papel en Genesis. Creo que lo mencioné en post anteriores, no sé si cuando analicé “Abacab” o “Face Value” de Collins, pero el caso es que Phil hizo un claro guiño a la portada de “Duke”, con ese personaje dibujado frente a una ventana en mitad de la noche (véase la luna), en el videoclip de “In the air tonight”.
“Duke” es una gran obra. Quizás uno de mis discos preferidos de Genesis. Estoy de acuerdo en el irrefutable hecho de que trabajos posteriores como “Abacab” o “Invisible Touch” son más accesibles, pero si a este álbum se le considera por gran parte de la gente como la última gran obra absoluta de Genesis (dejando de lado el éxito comercial o pegada masiva de trabajos posteriores), por algo será.
Respecto a la radio, avisar que hasta el sábado 12 de noviembre no volveremos a hacer un coloquio especial en directo a las 16.00h. Seguimos con nuestro programa de estreno semanal los miércoles a las 21.00h en &radio y a las 23.00h en RUAH, tocando el turno esta semana de revisar el disco “Automatic For The People” de R.E.M.. Esta tarde pueden volver a escuchar a las 19.00h en RUAH el programa de esta semana sobre 10cc y su “Deceptive Bends”, el cual subiré a lo largo de la próxima semana a nuestro perfil de Ivoox. Y ya saben que el lunes, martes y jueves a las 21.00h en &radio pueden escuchar repeticiones de programas antiguos si lo desean.