Tengo muchísimas fotos impresas (de la época en la que no teníamos cámara digital). Muy pocas están a la vista en portarretratos. La mayoría de ellas se encuentran archivadas en álbumes olvidados en el fondo de algún cajón.
La semana pasada traté de organizar algunas de estas fotos. Hice una selección de las mejores, descarté las que estaban repetidas, movidas o demasiado oscuras. Y fue allí cuando se me ocurrió una muy buena idea: transformarlas en marcadores de libros!
Seguramente no soy la primera persona a quien se le ocurre esto, pero me resultó una idea genial. Convertirlas en un objeto de uso cotidiano (como son los marcadores para mí) me permitirá disfrutar de ellas con muchísima más frecuencia que antes. De hecho, cada vez que abro el libro que estoy leyendo actualmente me encuentro con esta foto que me recuerda mi primer viaje a España :)
¿Quieres saber cómo hacerlo? Es muy fácil:
1. Selecciona una foto que te guste.
2. Recórtala del tamaño y forma adecuada (yo utilicé otro marcador como molde).
3. Hazle una perforación en la parte superior.
4. Colócale una cintita.
El marcador que aparece en la imagen lo hice con una foto en la que estoy en la catedral de Salamanca (España). ¿Se te ocurre alguna otra forma de reciclar fotos viejas?