Por Ileana Medina Hernández
He conocido el ambiente intelectual, el universitario y el de la
farándula .... el de la gente que se sabe/cree diferente a "los demás"
por su inteligencia, su nivel intelectual, su cultura o su talento
artístico.
He conocido el ambiente consciente, alternativo... el de
la gente que se sabe/cree diferente a los demás por su nivel de
conciencia, las horas que medita al día o lo libres que se sienten de las ataduras mundanas.
He conocido también el ambiente de la izquierda, el de la gente que se sabe/cree diferente a los demás por su sentido de la justicia, de la igualdad o de la solidaridad.
No he conocido muy bien, qué mala suerte la mía, el ambiente de la
jet-set, el de la gente que se sabe/cree diferente a los demás por la
cantidad de dinero que tiene.
He conocido también el ambiente de la
administración pública, ese de los "grises" funcionarios, de los
oficinistas y la burocracia, pero también
el de la ayuda a los más necesitados, que debería ser el sentido primero
si no único de la función pública.
Mis hijos van a colegios
públicos, donde hay padres y madres de distinto tipo, desde médicos y
profesionales hasta aquellos que no tienen nada, nada de nada, y viven
de alguna ayuda estatal o tienen que llevar a los niños en verano al
colegio para que puedan comer.
He conocido también -la vida misma
es eso- mezclas de distintos grados entre todos esos tipos o que se
mueven, nos movemos, de uno a otro.
Mi conclusión a los cuarentaypico es que en todos
ellos hay las mismas grandezas y miserias humanas...Hay gente desgraciada, gente desesperada, gente que parece
siempre luchar como si se estuviera ahogando aunque aparentemente estén
bien y en la cumbre del mundo... Y en todos hay también gente serena,
con optimismo y valor incluso en medio de graves desgracias, gente que brilla con
luz propia, gente "del montón" que respira a gusto consigo mismos y con el mundo.