No hace mucho, he venido a topar con una persona tóxica donde las haya, conspiradora, embustera, manipuladora y criticona al máximo, al principio lo estaba pasando muy mal, incluso llegué a sentirme que con ella no controlaba la situación pues lograba sacarme de mis casillas, hasta que un día me acordé de la historia del cubo de basura.
Y entonces me dije, ¿soy yo acaso un cubo de basura? ¿entonces por qué sofocarme con esta historia?
Respiré, medité y decidí que lo mejor que se puede hacer cuando hay malos humos es abrir la ventana, y si hace falta la puerta, y eso ha sido lo que he hecho, abrir la ventana, la puerta y girarme un poco para cerrarla.
Realmente somos nosotros los que tenemos la capacidad de dejar que las cosas nos afecten, o por el contrario hacer que nos resbalen.
Y como dice mi buena amiga Pilar, para superar algo así, has de pensar porqué te afecta, solucionarlo y ya esa persona no podrá hacerte más daño, y eso he hecho, ya se porqué me afecta y le he puesto solución.
Moraleja: Huye de la gente tóxica, de esas que te roban la energía y si no le bailas como ellas quieren te desechan como un kleenex o te critican a tus espaldas, como dice el refrán, si te critican por detrás es porque tu vas por delante…
Buenas madrugadas a todos.
PD (Prometo escribir más por aquí)
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