Gente tòxica: 6 maneras inteligentes de tratarlas

A manera de darle continuación a mi artículo anterior en donde te menciono quienes son las personas tóxicas, me ha parecido importante dar a conocer algunos consejos que nos pueden ser de gran utilidad a la hora de tratar con personas que influyen en nosotros de manera negativa. 
Como mencioné en el artículo anterior, todos y cada uno de nosotros podemos llegar a ser una persona tóxica en alguna ocasión o más que serlo, actuar de manera nociva con nosotros mismos y/o con los demás, unos más, otros menos, sin embargo, lo importante es darnos cuenta e intentar cambiar. Si nos encontramos en una situación en la que ya hemos detectado que una persona está siendo tóxica para nosotros, que cuando terminamos de hablar con ella o de tener algún tipo de interacción, nos sentimos cansados, malhumorados, menos motivados, más débiles, etc. 
Pero tenemos que estarla viendo constantemente ya que se trata de nuestro compañero de trabajo, está dentro de nuestro círculo de amigos o es nuestro familiar cercano. 
Podemos optar por llevar a cabo una serie de medidas que harán que el efecto negativo que antes nos causaba disminuya o desaparezca.

¿Cómo tratar con gente tóxica?

• Poner límites: Si esta persona se mete con nosotros, ya sea queriendo intervenir en nuestra vida privada, por ejemplo, dando opiniones que no le corresponden acerca de tu matrimonio, de tu trabajo, de tu vida íntima en general, hablando mal de tus seres queridos, diciéndote lo que “tienes” que hacer, entre otras cosas. Lo primero que debemos de hacer es ponerle un alto, haciéndole saber que no le corresponde a ella intervenir ni tiene porque querer controlar tu vida. Para ello, no es necesario actuar de manera agresiva ni grosera, simplemente, dejar de contarle a esa persona acerca de nuestra vida privada y no darle más confianza de la que se merece. No olvidemos la importancia de decir un “si” o un “no” cuando lo consideremos necesario, estamos en todo nuestro derecho.
• “Darles la vuelta”: Si esta persona, ya sea que se trate por ejemplo de tu compañero de trabajo, de tu jefe inseguro o de tu amiga envidiosa, cuando se enteran de que estás empezando un nuevo proyecto, que empiezas a hacer ejercicio, a comer sano, a echarle más ganas a tu trabajo, etc. te repiten hasta el cansando que: “no vale la pena”, “no vas a aguantar así”, “es mucha responsabilidad para ti”, “no vas a poder”, etc. En lugar de que sus palabras sean motivo de tu frustración e inseguridad, miralas como un motivo más para tu superación y revierte sus palabras. De manera en que queden así: “vale muchísimo la pena”, “yo soy capaz de aguantar todo lo que me proponga si es por mi bien”, “soy lo suficientemente responsable para trabajar en ello”, “claro que puedo”. Y utilizalas de inspiración para continuar con tus propósitos.
• Encuentra el lado positivo a la situación: Si te encuentras ante una situación en la que te es casi imposible dejar de convivir con ella. Debemos de tener en cuenta que aún de una persona tóxica podemos aprender algo. No es precisamente un ejemplo para nosotros, sin embargo, nos hace darnos cuenta y estar más conscientes de aquello que no debemos de hacer o como es que no debemos de actuar en la vida.
• No te tomes las cosas de manera personal: Aunque esa persona se meta con nosotros, aparte de ponerle un alto, no debemos de caer en esa trampa emocional y engancharnos, ya sea sintiéndonos heridos por lo que dijo, enojados, etc. Simplemente darle la importancia que se merece. Recuerda que está hablando de sus límites y de su personalidad, no de la tuya.
• No ser parte de sus chismes o habladurías: Sabemos que esa persona puede estar generando constantemente un diálogo negativo con tus amigos o compañeros de trabajo, por ejemplo, puede estar hablando mal de otra persona ya sea conocida o no. Sin embargo, a parte de no ser partícipe de ese tipo de conversaciones, tampoco debemos de tomar en cuenta lo que dice como una realidad. Tomemos las cosas de quien viene y no nos metamos con la vida de los demás.
• Alejarnos de esa persona: De ser posible, lo mejor es alejarnos de esa persona que no nos deja nada bueno en nuestra vida. Ya que es una persona en la que no podemos confiar, que nos desalienta y nos roba la energía, que no cree en nosotros, que nos descalifica, que nos envidia y lo más importante, nos intoxica emocionalmente con su manera de ser y de estar en el mundo.

Es importante rodearnos de personas que nos ayuden a crecer, que no nos limiten, que sean dignas de depositarles nuestra confianza, que nos respeten así como nosotros a ellas, que aporten valor a nuestra vida y la enriquezcan más que la empobrezcan. 
Las personas tratamos por como fuimos tratados, por eso desde un primer momento hay que enseñarle a los demás como queremos que nos traten y poner nuestros límites cuando sea necesario. 

Recordemos que estamos en todo nuestro derecho de decidir con quienes nos llevamos o no. 


Gracias por visitar mi blog “Dosis de psicología”, espero haber aportado información valiosa a tu vida. ¡Hasta la próxima!