Geohispanidad: La potencia hispana se alza en el nuevo orden mundial
Una comunidad histórica que traspasa fronteras, lenguas y siglos, ha comenzado a despertar y reconocerse no solo como herencia compartida, sino como un poderoso eje de influencia en la geopolítica. Pedro Baños, experto en defensa y estrategia, lanza en Geohispanidad: La potencia hispana en el nuevo orden geopolítico una llamada urgente para que las naciones hispanas levanten una voz unificada, proyectando un espacio panhispánico con ambición de incidencia global. Baños argumenta que los desafíos y cambios del actual tablero de poder requieren que los pueblos hispanos trabajen juntos, como un bloque sólido e independiente, listo para negociar su futuro.
¿Por qué una potencia hispana?
“El pasado nos define, pero el futuro lo decidimos”. Así podría resumirse el propósito de Baños en esta obra, en la que explora desde la época de los aztecas hasta la actualidad, vinculando los elementos históricos que han definido la identidad hispana en el mundo. El autor propone algo tan audaz como revitalizar la hispanidad como una potencia geopolítica autosuficiente. Reconoce en la cultura, la lengua y la historia compartida de los países hispanos una fuerza que hasta ahora ha permanecido, en gran medida, desarticulada en el ámbito internacional. Pero ¿por qué quedarse en los márgenes de un orden mundial que se reconfigura constantemente? Para Baños, la hispanidad tiene la capacidad de convertirse en un bloque similar al de otras regiones influyentes.
Baños recurre a figuras históricas, movimientos independentistas y alianzas económicas para ilustrar que las divisiones actuales entre países hispanohablantes son artificiales, construidas a lo largo de décadas de influencia extranjera. Con una buena dosis de pragmatismo, Baños nos recuerda que cada país tiene sus intereses, pero estos no son incompatibles con un proyecto mayor.
Estrategias de unificación: una diplomacia hispana fuerte y cohesiva
¿Puede el Atlántico ser un puente de oportunidades y no una barrera? En el corazón de la propuesta de Baños late la idea de un “espacio atlántico igualitario”, donde los países de habla hispana y portuguesa trabajen en conjunto para consolidar su influencia. Este ámbito colectivo permitiría a los países latinoamericanos, España y otros aliados lusófonos ganar fuerza en acuerdos comerciales y diplomáticos, resguardando su independencia y promoviendo sus propios intereses.
Este planteamiento se convierte en un llamado claro para redefinir las relaciones entre las naciones hispanas y otras potencias. Para Baños, la dependencia de los países hispanoamericanos respecto a los modelos políticos y económicos de Estados Unidos o Europa solo limita sus posibilidades. Sostiene que la hispanidad puede convertirse en un baluarte de progreso común, sustentado en alianzas estratégicas y proyectos compartidos de desarrollo económico, cultural y educativo.
Identidad y diversidad: una fortaleza cultural
A lo largo de Geohispanidad, Baños insiste en la riqueza de la diversidad hispana como cimiento de su poder. Aunque existan diferencias, sostiene que la identidad hispana se construye precisamente en la pluralidad de culturas, desde México hasta Argentina, pasando por el Caribe y la península ibérica. Al analizar los antecedentes coloniales y las distintas luchas por la independencia, Baños resalta que estas historias, aunque complejas y muchas veces dolorosas, pueden servir como punto de encuentro y unidad.
Aquí, la cultura, la lengua y la herencia hispana son los pilares que podrían sostener esta comunidad global. Baños no se limita a los discursos, sino que también identifica iniciativas existentes que intentan, desde distintos sectores, fortalecer estos lazos. Señala, por ejemplo, las posibilidades que existen en la industria cinematográfica, en la música y en la literatura para fomentar un sentimiento de pertenencia global entre los países hispanos.
La integración económica: una alianza trasatlántica ambiciosa
“Si China puede hacerlo, ¿por qué no nosotros?”. La referencia a China, presente a lo largo de la obra, no es casual. Baños compara el crecimiento de la nación asiática y sus alianzas estratégicas con la potencial colaboración de los países hispanos. Así, plantea que el futuro de esta gran comunidad hispana está en la construcción de una estructura económica sólida y en el fortalecimiento de una diplomacia que respalde estos proyectos.
Baños propone la creación de acuerdos bilaterales y multilaterales que apunten a una integración económica real, en la que se disminuyan barreras comerciales y se fortalezcan las inversiones compartidas en sectores estratégicos como el energético, la educación y la tecnología. Todo, subraya el autor, con el propósito de reducir la dependencia de modelos económicos externos y promover un desarrollo endógeno que beneficie a todas las naciones involucradas.
Una voz hispana en el escenario global
La visión de Baños, lejos de ser simplemente idealista, es un llamado a la acción en un contexto global que se torna cada vez más competitivo. Señala que los pueblos hispanos deben plantearse con urgencia la pregunta: “¿Quiénes queremos ser en el nuevo orden mundial?”. La respuesta que él ofrece es clara: los países hispanos poseen ya los recursos, la identidad cultural y la capacidad económica para consolidarse como una potencia geopolítica relevante. Lo único que falta es la voluntad de crear una alianza real y sostenida en el tiempo, un esfuerzo consciente por redefinir su lugar en el mundo.
Con esta obra, Pedro Baños coloca sobre la mesa el potencial hispano, un recurso inexplorado y con posibilidades de marcar el devenir de un nuevo orden geopolítico.
La propuesta es desafiante, pero plantea una pregunta fundamental: ¿están los países hispanos dispuestos a unirse y convertirse en la potencia que siempre han podido ser?