Antes de que perfile mi sombra ante las laderas imponentes y deslumbrantes de las Drakensberg, camine por senderos del P.N. Tsisikama o embarque hacia Gansbaai en busca del tiburón blanco, he hecho un alto en el camino rubricado como colofón georgiano de despedida.Mi asentamiento postrero en esta crónica viajera me ubica en la asombrosa "macropolis" lítica deUplistsikhe, la fortaleza del regente.En las inmediaciones de Khidistavi y Kvakhvreli se extienden ante mis ojos 9.5 hectáreas de cuevas, grutas y montañas excavadas que estuvieron habitadas en la segunda parte del segundo milenio.Otros lugares análogos, me cuenta la guía local, se hallan en Vardzia y David Gareja.Me encuentro tan solo a 5 kms. de la recomendable y bonita ciudad de Goris, que no puedo visitar. El chofer, que es como un kamikaze, la guía, que no es una guía, dice que no tenemos tiempo ni para bajar dos minutos y hacer una foto.Sin comentarios, sigamos con lo que de verdad importa. Se pierde mi mirada ante el cauce fluído del maravilloso rio Mtkvari o "río madre".El paisaje que diviso, y que mostraré también en mi próxima crónica hermanada de Uplistsikhe, es alucinante. Es la impresión que tengo mientras paseo ante el teatro, el hall de la reina Tamara o el de las 4 columnas, el llamado "Nice Temple" o "templo bonito", la iglesia, la farmacia, la casa de baños o la basílica de tres puertas.Estoy en los antiguos dominios del upali o regente en la macro-ciudad horadada de Uplistsikhe. Es alucinante estar aquí.Era este lugar una gran fortaleza ciudadela entre los siglos (VIII-X A.C), residencia de los habitantes que regían en la vetusta y primitiva Shida Kartly.Tenemos que esperar hasta el siglo XI para hablar de la época de máximo esplendor de Uplistsikhe y toda la región de Kartly. El declive vendría cuatro siglos después, cuando estas tierras serían pobladas por refugiados de los pueblos devastados de Shida Kartly.