Miguel Hernán, profesor de Bioestadística y Epidemiología de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, (Massachusetts, Estados Unidos), trabaja en el uso de datos para establecer inferencias causales en diversas enfermedades, incluidas las infecciosas. Como epidemiólogo sigue de cerca los datos del Covid-19 en España.
El epidemiólogo ha explicado en un hilo de Twitter explicando por qué Nueva York ha conseguido controlar la pandemia de coronavirus mientras que Madrid en estos momentos, a mitad del mes de septiembre, es una de las regiones de Europa con la mayor incidencia acumulada por 100.000 habitantes. Madrid acumula más de 30.000 contagios de coronavirus en los últimos 14 días, lo que implica una incidencia acumulada de 464 positivos por cada 100.000 habitantes, muy por encima de la media nacional (205/100.000 hab.) y que supone que ha duplicado sus contagios en apenas dos semanas (el 17 de agosto la incidencia acumulada de Madrid era de 233 casos por cada 100.000 habitantes).
Miguel Hernán explica con dos gráficos como las dos ciudades tuvieron una evolución similar, con un gran pico de casos en marzo. Tras decretar confinamientos para evitar el colapso sanitario, la New York ha conseguido mantener plana su curva mientras que en Madrid la situación es catastrófica.
Tal como indica el profesor Hernán la situación de ambas ciudades es muy comparable porque ambas son ciudades grandes y densas con una gran red de transporte público y muchos visitantes.
GESTIONES DIFERENTES
Lo que ha ocurrido, según el experto, es que Madrid y Nueva York han dado “respuestas diferentes en términos de rastreo de positivos, número de pruebas y velocidad de reapertura”. Por ejemplo el diferente ritmo de apertura que han tenido ambas ciudades de los interiores de los restaurantes, “posiblemente una de las principales fuentes de transmisión del virus”. En Nueva York siguen cerrados y sólo abrirán el 30 de septiembre al 25% de su capacidad. Además hay protocolos estrictos que incluyen un despliegue de personal que garantiza que se aplica. Mientras, en Madrid los restaurantes se abrieron ya en junio al 60% de su capacidad y los protocolos no se aplicaron en muchos locales.
Además no se hacen suficientes PCR. En test PCR la positividad en Nueva York es del 2%, mientras que en Madrid la positividad sube hasta acercarse al 20%. Es decir, en Madrid se hacen test PCR solo a casos sospechosos.
Respecto a los rastreadores Nueva York tiene 6.000 lo que implica casi 31 rastreadores por 100.000 personas. Madrid en julio y agosto tenía 182 rastreadores, es decir 2,72 por 100.000 personas. Madrid para llegar a 31 rastreadores por 100.000 personas necesita tener en plantilla 2.045 rastreadores.
Miguel Hernán resume todo en pocas palabras: “Nueva York simplemente está haciendo lo que dicen los expertos desde marzo”. Aquí en España (es una opinión mía) vivimos de espaldas a la ciencia.
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