4 febrero, 2015 por Paco Deja un comentario
Principios de 2015, el problema de los residuos plásticos, de su reciclaje, de su reutilización o de la reducción de su uso está lejos de solucionarse.
A nadie se le escapa que los desperdicios plásticos se han constituido en una seria amenaza, otra más entre la extensa y triste colección que actualmente menoscaba el delicado y maltrecho equilibrio de la vida silvestre, el Medio Ambiente, la conservación de los paisajes y nuestra propia salud. Y sin embargo, actuamos de tal manera que pareciese que el problema no existiera o que no nos importase, cuando es mucho lo que hay en juego.
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Es por ello que desde El Biocultural, un blog de ecología, asumimos con gusto y el reto de proponer, recoger y difundir soluciones alternativas a las principales problemáticas medio ambientales. Hoy en concreto nos vamos a meter con todo nuestro empeño en materia de gestión de residuos plásticos.
Vamos a proponer, comentar y difundir una solución diferente, sencilla, eficaz y permanente y bastante diferente al modelo instaurado actualmente. Esta nueva propuesta queremos que se convierta en algo vuestro, en algo de todos. Queremos que la discutáis, que aportéis vuestras ideas para corregirla, hacerla mejor y que nos ayudéis a difundirla, es una propuesta que se hace con la única intención de aportar un modelo nuevo y sencillo que realmente resuelva el problema. Un problema que nos afecta todos. Llevarla a conocer a nuestros científicos y políticos. Estos últimos en especial, ya que sobre ellos depositamos nuestra confianza al elegirlos para que nos gobiernen de acuerdo a nuestros requerimientos y legislen con eficacia y para nosotros, para solucionar los problemas de todos.
Lo más fácil sería pensar en su total prohibición, detener su producción y sustituirlos por otros materiales, que por un lado contasen con una capacidad de reciclaje y reutilización más sencilla, y en caso de no poder así, por lo menos buscar materiales cuya biodegradación fuese posible y mucho más rápida. Conseguir la Utopía de una sociedad en la que se evitase fabricar productos que contienen compuestos plásticos, que son capaces de permanecer décadas o siglos en los ecosistemas, paisajes o nuestras ciudades, apilados, esparcidos o formando masas de basura en los océanos. Pero esto no es tan sencillo. El plástico está en todas partes, presente con multitud de caras y utilidades, es barato, fácil de fabricar y sobretodo es un buen negocio.
A los residuos plásticos, por desgracia, nos hemos acostumbrado a verlos y a esquivarlos, como si fuesen hojas de árboles en otoño y muchos de nosotros actuamos como personas invidentes e insensibles a su presencia, actuando con indiferencia. Toleramos la presencia de estos restos plásticos sin querer o llegar a entender la grave amenaza que constituyen, ya no solo para nosotros, sino para el resto de seres vivos con los que compartimos planeta. Para muchos de nosotros, por desgracia, los desechos plásticos es uno de esos problemas ambientales, como otros tantos, de los que nadie se preocupa, hasta que no le afecta directamente. Pongamos de ejemplo este vídeo donde podremos conocer de primera mano al grave problema que nos enfrentamos.
Algunas voces dicen que sin plásticos nuestras vidas serian de peor calidad, que es un material que facilita nuestra vida cotidiana y que sustituirlo por otros materiales, o es imposible, o es muy caro.
Pero las cosas poco a poco empiezan a cambiar, así, en la actualidad existe una tendencia, que poco a poca se va llenando de nombres propios, que cuestiona la situación actual y empieza a exigir cambios. La idea de vivir sin plásticos, de no depender de ellos y de no generar residuos de ellos empieza a calar entre los ciudadanos de muchas ciudades en el mundo y también, como ya lo hemos comentado es más de una ocasión, en ciertos gobiernos, que están empezando a poner límites al uso de las bolsas de plástico de un solo uso, legislando y cambiando las maneras de enfocar el problema.
Siguiendo esta tendencia nos hemos encontrado con alguien que si se toma en serio el problema mundial de la deficiente gestión de residuos plásticos que se está llevando a cabo actualmente y que tan malos resultados está dando. Y nos trae una nueva idea para gestionar con eficacia nuestros residuos plásticos. Esta novedad que parte de la preocupación, por el medio ambiente y los problemas que la basura plástica está generando a los ecosistemas. Su creadora es la italiana, afincada en Chile, Clara Salina.
Clara propone una novedosa manera de evitar el actual problema que se asienta en algo por todos conocido como es el código de barras.
En su texto convoca a los científicos para que se encargan de estudiar los problemas y a los políticos para que legislen sobre la materia y adopten las medidas necesarias para resolver el problema. Pero también es un toque de atención a todos nosotros, como consumidores de productos fabricados, empaquetados, envasados o embalados en materiales plásticos, para que nos involucremos con el problema, ya que nosotros formamos parte del conjunto de actores que generan el problema de la proliferación de los residuos plásticos.
Actuamos como si no estuviesen o nos importaran, pero los residuos plásticos y sus graves problemas están ahí.Antes de seguir recordad que os invitamos todos a la discusión y como siempre os animo a dejar vuestros comentarios al final del post.
La propuesta pone en discusión las políticas actuales sobre los residuos plásticos que se basan en dos puntos, por un lado se responsabiliza al productor de ellos, y por otro se trabaja sobre la concienciación del usuario para que este los recoja y deposite la basura plástica en los lugares acondicionados para ella, para su posterior destrucción, reciclaje o reutilización. Pero es evidente que este sistema no es eficaz, no funciona como es debido y no soluciona el problema ara el que se planteó.
Y es que el enfoque de las políticas actuales es bastante miope y no abarca el problema en su totalidad. Son varios los actores que escapan con esta forma de actuar ante los residuos plásticos. Los que se escapan son los agentes que conforman el llamado “retail” o la ” gran distribución”, centros comerciales, supermercados, grandes tiendas y similares, que por un lado son responsables de la generación de grandes cantidades de basura plástica por sí mismos, y que además nos obligan a nosotros, como consumidores, al uso de estos materiales plásticos con los que se fabrican los productos que adquirimos o bien que forman parte de los envoltorios, empaquetado y recipientes que los contienen. Materiales plásticos que no suelen tener más de un uso, terminado en nuestro cubo de la basura una vez dejan de tener utilidad en nuestro hogares, y en la mayoría de los casos mezclados con todo tipo de residuos (orgánicos, papel, cartones…), sin una selección previa por nuestra parte, y sin realizar una conveniente separación de los mismos según sus procedencia para poder realizar posteriormente un reciclado eficaz.
El cambio que consideramos novedoso se asienta en dos ideas principales:
- Responsabilizar directamente a los distribuidores de los materiales plásticos, canales de distribución, grandes superficies comerciales y demás operadores ligados al uso de materiales plásticos con el reciclado de los residuos plásticos que generan derivados de su actividad económica. Es decir, que el que los produce se encargue de su recogida y reciclaje, mediante leyes articuladas convenientemente por los gobiernos.
- Y por otro lado, que sea la administración pública la que se encargue de supervisar la conveniente puesta en marcha de este nuevo modelo de gestión de residuos plásticos, marcando tiempos, procedimientos, objetivos y actuando como fiscalizador del proceso.
Para poder realizarlo con eficacia y sencillez, la propuesta plantea el empleo del código de barras como herramienta de control, algo de uso sencillo y muy común a día de hoy en los grandes canales de distribución para la gestión y control de las mercancías que comercializan y que no implica realizar grandes inversiones respecto al modelo actual.
Con el código de barras los grandes distribuidores gestionan con eficacia los productos que comercializan, con él almacenan y gestionan mucha información, precio, procedencia, trazabilidad…. ¿porque no se podría incluir una pequeña información suplementaria sobre los tipos materiales con los que están fabricados los productos, los embalajes, envases y empaquetados, así como de las cantidades y pesos de los mismos?
Como veis, poner en marcha esta propuesta no atañe mucha complicación tecnológica. De contar con esa información seria sencillo saber qué cantidades de plástico han sido distribuidas diariamente y el resultado sería un sistema de seguimiento, y control de la trazabilidad de los materiales que queremos reciclar bastante sencillo y eficaz. La información quedaría recogida en las cajas registradoras de cada establecimiento comercial, lo cual permitiría establecer un rígido control de los desechos plásticos desde el origen hasta el final de su ciclo de comercialización, algo que a día de hoy, con el sistema actual, no se lleva a cabo.
Pero claro, este sencillo proceso tiene que contar con una fuerte voluntad de cambio, que conlleva en sí mismo un gran desafío. Un cambio que deben de llevar a cabo nuestro políticos, para convertir a la administración pública en un ente que controle este proceso y que responsabilice a los grandes distribuidores en la recogida de los plásticos que distribuyen, sustentado en el seguimiento eficaz de los residuos plásticos mediante su marcado en el código de Barras de los productos que se venden y nosotros adquirimos. Este es el gran desafío y el reto que hay que asumir para acabar con la contaminación de nuestro Medio Ambiente por los materiales plásticos.
Y os preguntarais, ¿cómo van a asumir las grandes empresas el trabajo de recuperar, reciclar y reutilizar los materiales plásticos que venden? ¿Cómo se les va a convencer de que asuman los costes y el reto? ¿Es esto posible o estamos hablando una utopía?
En positivo tenemos que pensar que si se cambia el marco jurídico que regula los mercados, incluyendo nuevas normas que lo modifiquen, es válido pensar que los agentes que participan en ellos se adecuen a la nueva situación. Las reglas seguiran siendo iguales para todos, en ningún caso se desequilibra la ley de la oferta y la demanda y mucho menos la libre competencia.
¿Queremos vivir en un mundo llenos de residuos plásticos?De si este cambio pueda conllevar que los grandes productores tengan que soportar unos costes más elevados como consecuencia de la obligatoria gestión de los residuos plásticos que producen y que este lo tengan que trasladar al precio de venta de sus productos no podemos conjeturar. En un principio la lógica nos puede llevar a pensar que eso tenga que ser así. Pero la realidad parece decirnos todo lo contrario. Si examinamos el ejemplo de multinacionales como Unilever o la cervecera SabMiller embarcadas en mejorar la sostenibilidad de sus cadenas productivas, aplicando métodos de reducción y reutilización de recursos y materias primas en la fabricación, disminuyendo emisiones, reeducando a sus operarios en estos métodos y dinámicas e implantando procesos de reciclaje autogestionados por las propias marcas, resulta paradojico observar que estas marcas están consiguiendo el aumento del retorno de sus inversiones, aumentando ventas y su valor bursátil, mejorando su imagen y creando puestos de trabajo.
Os hemos explicada a grande rasgos la nueva propuesta. Para saber más y si quieres leer la propuesta completa de Clara Salina y los mecanismos que se pondrían en acto dentro y afuera de las empresas, pincha aquí.
Este es el nuevo modelo que compartimos y hemos decidido promover para una eficaz gestión de los residuos plásticos. Se trata de encarar frontalmente los problemas Medioambientales que sufrimos a día de hoy. Una propuesta que conlleva un cambio radical respecto al actual modelo, que responsabiliza a la industria que produce a los plásticos y a las que los distribuyen, que implica a nuestros gobiernos en el problema de la lucha contra la contaminación y que no nos deja a los consumidores como responsables únicos y que aporta nuevas soluciones mucho más lógicas, eficaces y realistas.
Esperamos que compartáis esta nueva propuesta de cambio y sobre todo que dejéis en los comentarios vuestras opiniones e ideas sobre ella, para así mejorarla entre todos y convertirla en una realidad lo antes posible. Sin vuestra colaboración y compromiso es muy difícil que las cosas cambien a mejor. Gracias por anticipado.
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