Copio
- Nunca he tenido buenos motivos para creer en los seres humanos, pero ahora me llamo Ghandi , un ángel me encontró y mi vida ha cambiado.
Sé que estas personas están acostumbradas a ver muchas desgracias pero nadie se acostumbra al horror, es imposible. Sin embargo, estas manos no tiran piedras y estos ojos no me miran con asco. Sus ojos reflejan dolor, compresión y amor y piensan (lo he oído) que " Algo dentro de nosotros se muere con cada uno de ellos".
Veo como Sandra, Charo , Lourdes y Ana empiezan a trabajar sobre mi cuerpo, mientras Rosa, en vilo, va tejiendo la base para que empiece una marea de solidaridad para mi.
Y pronto hay personas, que sienten como tú sientes y sufren con tus heridas. Cada mensaje, cada ofrecimiento de ayuda, cada gesto nos hace seguir adelante con la moral un poco más alta.
Simplemente quería daros las gracias a todos por estar ahí de una u otra forma y especialmente quería agradecerle a Sandra el no dudar ante la adversidad.