Revista Coaching

Gincana de suministros - La luz

Por Un Tipo Con Suerte @untipocnsuerte
Este verano se me ocurrió la genial idea de coger un piso de alquiler. El piso, muy majo, no tenía ni agua, ni luz, ni gas, ni lo que es más importante, internet. Así que pacté con las fincas dos meses de carencia, es decir, sin pagar alquiler, si me encargaba yo mismo de dar de alta todos los servicios. Así empezó la gincana de los suministros que esta semana comparto contigo. La primera parte, la del agua, resultó muy fácil. Resulta que los de las fincas se habían hecho un lío y el piso ya tenía agua. Bien, agua pero no presión. La ducha mojaba menos que la regadera de pinypon. Por suerte, tengo una bomba hidráulica que hace que lo que me ahorro en agua me lo gaste luz, más si tenemos en cuenta que el calentador también es eléctrico. Total, que entre que tengo que bombear y calentar, me va a salir el agua caliente como si me la cociesen monjas ciegas y me la trajesen en burro.
Todo esto si conseguía la luz, claro. En las fincas me dijeron que solo tenía que conseguir un boletín que me podría hacer cualquier electricista por 60€ y presentarme en la oficina de Endesa más cercana. Como últimamente no me fio mucho de la gente, decidí ir primero a preguntar a la oficina dónde me dijeron que, desgraciadamente, mi piso llevaba más de un año sin luz así que no valía con el boletín, necesitaba una acta de la ECA. Me dio un número de teléfono al que llamé y me pidieron 160€ por un certificado eléctrico i no sabían muy bien cómo iba eso del acta de inspección. Como la cosa no me quedó muy clara, volvía a pasar por la primera oficina y preguntar si el papel que me pedían me lo podía hacer alguien más y así buscar uno más económico. Tras 30 minutos lo único que saqué en claro era que los requisitos para hacer ese papel me los tenía que explicar un electricista. Se ve que ella no sabía los requisitos que ella misma me pedía para que ella me diera de alta la luz. Así que decidí probar suerte directamente  con un electricista que me cobró 90€ (no los 60€ que me dijeron en las fincas) por hacerme el famoso boletín. Con mi nuevo papel, volví a la primera oficina por tercera vez. Me atendió la misma mujer y cuando le di el boletín se echó a reír porque, según ella, no era válido. Así que después de haber ido 3 veces a ver-la por su eficiencia, aún se rio en mi cara. Algo mosqueado con el “trato al cliente”, decidí ir a otra oficina pero me encontré que ya habían cerrado. ¿A las 20:00? No hombre, a las 18:30. Un día más sin luz. Al día siguiente me personé a las 17:00, cogí número y mientras esperaba vi como atendían a un hombre de unos 30 años en silla de ruedas. Sinceramente no sé cómo iba el tema así que no puedo opinar si tenía razón o no, pero el caso es que el hombre estaba tan desesperado por tener luz que amenazó con darse cabezazos contra la mesa hasta hacerse daño. Por un momento me entro un ataque de conciencia de clase y me plantee encadenarme a su silla de ruedas para protestar los dos, en plan huelga de hambre. Pero me pareció que teníamos las de perder así que esperé mi turno pacientemente viendo como la guardia urbana lo convencía para que lo intentase otro día. Aprovecho para decir que tanto la persona que le atendió como los agentes fueron muy amables, lo cortés no quita lo valiente. Llegó mi turno y entre como toro en la plaza. Después de 15 días arriba y abajo y de ver el show anterior, no las tenía todas conmigo de que conseguiría el alta. Contra todo pronóstico, el boletín que le causó tanta gracia a la señora de la otra oficina fue suficiente en ésta para firmar el contrato. ¡Ya tenía luz! ¿A qué precio? Pues no lo sé, me dieron una hoja con las tarifas industriales, que en teoría son las mismas, pero no me supieron informar del coste del alta. ¿No hay una ley que te obliga a informar del coste de un servicio? Pero me daba igual, ya tenía el contrato y total, si quieres luz no te queda más remedio que pagar… ¿Ya podía enchufar la nevera? Tampoco, porque una vez tienes el contrato toca esperar a que pase alguien a ponerte el contador. ¿Te avisarán? No, ya lo verás tú. Así que aún tuve que ir 4 o 5 días seguidos al piso (un cuarto sin ascensor) antes de poder encender el interruptor. Ya sólo me queda el gas e internet, ¿creéis que lo conseguiré?

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