Quartet
Ayer por la tarde hice una pequeña revisión de alguna de las múltiples cajas que hay a lo largo y ancho de mi habitación.
Cada una de ellas es un misterio, la verdad es que siempre me sorprendo al redescubrir lo que guardo ahí dentro. Pendientes enormes de cuando mi madre llevaba (con orgullo ochentero) aquellas hombreras gigantes, viejos relojes, piedras con formas extrañas, papelajos, pomos, dados, canicas, cromos, y cualquier cosa extraordinaria que haya podido encontrar a lo largo de toda mi vida…
Ahora mismo estaréis pensando: Diógenes, pobrecita.
Por eso tengo que decir que casi siempre hago “limpieza”, pero no sé porqué extraña y mágica razón estas cajitas siempre se acaban llenando. No queda más remedio que revisarlas cada cierto tiempo.
Y es que los objetos pequeños tienen algo irresistible que hace que queramos custodiarlos como si fueran un tesoro. Por eso os he traído a un pintor fotorealista de origen estadounidense, que mejor que nadie sabe del poder de atracción que ejercen estos objetos.
No os perdáis la fantástica y colorista minicolección de Glennray Tutor.
vía: booooooom