Muchas veces, cuando era pequeña, me preguntaba por qué a mí nunca me regalaron un globo terráqueo el día en el que hice la Primera Comunión. Nunca he sabido la razón pero yo lo quería, lo quería de verdad. Era un regalo muy común entonces, no sé ahora, pero era más "de chicos" que de niñas. A nosotras nos regalaban otro tipo de cosas, en concreto recuerdo la muñeca y poco más. Tengo que decir que a mi hermano tampoco le cayó este regalo nunca, ni en su Primera Comunión ni en ninguna otra celebración, y a él, al igual que a mí, le gustaba la geografía, los mapas, los planos, la cartografía... los puzles de mapamundis..., a los dos nos encantaba ir a la papelería del barrio a comprar plantillas de plástico con el mapa físico o político de España, y sin ser ninguno de los dos unos estudiantes brillantísimos nos pasábamos las horas muertas calcando mapas y contorneando las plantillas, señalando ciudades, ríos, cabos y golfos... Más tarde él estudió delineación y yo me matriculé en la Facultad de Geografía donde me dí cuenta de que esta ya no me interesaba tanto como antes, que no conseguía ya motivarme y me pasé a estudiar Arte, de lo cual me alegro un montón.
Aún hoy los miro a menudo cuando paso por el pasillo que lleva a la librería de unos grandes almacenes que frecuento, entre los departamentos de música y libros, al lado de las manualidades, bellas artes y artículos de escritura, en la parte alta de una columna en la sección de papelería y material escolar, allí están. Son los globos terráqueos que podrían entusiasmar a cualquier estudiante interesado en la representación de nuestro mundo, ni siquiera son la imitación de los globos antiguos históricos, como las que venden en algunas tiendas de decoración, sino los normales de plástico, con luz, y aunque nunca he comprobado el precio, podría ahora mismo hacerlo por internet, con toda seguridad son más asequibles que los globos artesanales de los cuales comparto las fotografías hoy. Y nada tienen que ver en casi ningún sentido. Estos, los globos de Bellerby & Co Globemakers, uno de los poquísimos talleres que quedan en todo en mundo que se dedican a fabricarlos de manera artesanal, son auténticas obras de arte, quizá por eso han llamado aún más mi atención cuando los he visto recientemente en multitud de páginas de arte y actualidad. Me parecen fascinantes !!
Más que la propia historia de cómo el británico Peter Bellerby fundó su taller en Londres, de cómo o por qué se le ocurrió fabricar el primero, en el que empleó 18 meses y 225.000 euros, o el laborioso proceso de fabricación de sus globos terráqueos, lo que quiero principalmente compartir son las fotografías que me parecen absolutamente impresionantes (el taller sin duda debe de ser un sitio preciosísimo!!). Lo primero lo puedes ver en el vídeo, traducido al español. Peter Bellerby, el señor de gafas de una de las fotos, también se sentía fascinado también desde la escuela por estos globos y buscando un regalo para su padre por su cumpleaños pensó en hacer uno él mismo. Y lo que empezó así se convirtió en el proyecto un negocio comercial sin tradición familiar donde desde hace siete años se fabrican estos bellísimos globos a medida. Pincha el vídeo para verlo (merece la pena) y en estos dos enlaces de abajo para conocer algo más sobre los globos y la representación geográfica del mundo a través de la Historia .
http://elblogdelcoleccionistaeclectico.com/2014/12/15/los-mapamundis-esfericos-y-la-modernidad/http://abcblogs.abc.es/espejo-de-navegantes/2015/03/20/globos-celestes-y-terraqueos-las-esferas-del-poder-en-la-historia/
Todas las fotografías han sido obtenidas de la página facebook de Bellerby Globemakers (hay muchas más y también vídeos).
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GRACIAS !!