Y es que secándome el pelo he llegado a la conclusión de que, en efecto y sin ningún tipo de dudas, las contradicciones abundan en mi vida (sí, lo sé, seguramente también en la tuya, pero hoy estoy egocéntrica).
Es de noche, el trabajo no me ha dado tregua y solo tengo ganas de echarme en la cama, ponerme mis auriculares inalámbricos y darle al play de mi último hallazgo serístico, pero ahí apunto una de mis más flagrantes contradicciones de hoy:
1) Llevo desde hace mil en un pueblo donde el transporte público es una K_K barata.
2) Llevaba sin tener coche desde siempre.
3) Tenía que depender de la K_K y colindantes causas-efectos para sobrevivir al día a día.
4) Ahora, tengo coche.
5) Me quiero mudar.
6) Me empeño en buscar una casa donde llegue el autobús a menudo por si algún día dejo de tener coche.
7) Conclusión: no coche=no autobuses/ coche= autobuses…
8) Puede sonar guilipollezco plasmado aquí, pero en mi cabeza esta mañana sonaba cual ángeles trompeteando tras encenderse una lucecita trascendental en mi vida.
Conclusión: Me voy a ver ”The Mindy Project”, que me está encantando, y os dejo con otro de los hallazgos del día de la mano de un alumno, que me ha amenizado el café de 50 céntimos y ha hecho recobrar un poquito de sentido al trabajo de oficina
Por lo visto es mítico y un clásico, pero se ve que yo no soy mucho de vintage.
Extra: