Gobernando Zapatero, 09-09-2006/ Alatriste estadounidense

En Irak o Afganistán combate estos días un marine estadounidense que podría ser el alter ego de Diego Alatriste, soldado de los Tercios de Flandes que vivió en la primera mitad del siglo XVII el inicio de la decadencia del Imperio español. Alatriste es un militar de fortuna, pero con honor, creado por Arturo Pérez-Reverte para retratar la suicida España de Felipe IV (1621-1665), del todopoderoso Conde-Duque de Olivares, de Quevedo, Lope, Góngora, Velázquez. Siglo de Oro del arte y declive histórico. Orgullo, dignidad y heroísmo en sus huestes, aunque fueran mercenarios. Bajo el terror de la Inquisición, las ruinosas guerras de religión, la abulia de una nobleza supersticiosa, ignorante y soberbia. Tras las novelas, Alatriste es una película épica dirigida por Agustín Díaz-Llanes. Recién estrenada, parece una premonición de lo que le ocurrirá al imperio estadounidense: hasta la estrella es el neoyorkino Viggo Mortensen. Los imperios nacen, se desarrollan y mueren. Tantas guerras contra tantos enemigos, y sufriendo el abandono o la traición de sus supuestos amigos, la España actual uno de ellos, podrían estar llevando a EE.UU. a su crepúsculo. Vive aún su Siglo de Oro artístico, cultural y científico. Gracias al que avanzó nuestro bienestar, la calidad y la duración de nuestras vidas; la riqueza de nuestra democracia, raciocinio y conocimientos. Corolario: antes de morir junto al héroe en la batalla de Rocroi (1643), un arcabucero le pide al joven Íñigo Balboa, pupilo de Alatriste, “Cuenta lo que fuimos”. Fueron una España grandiosa y miserable Quizás un marine anónimo le diga antes de morir a otro más joven la misma frase: fueron grandes, heroicos, orgullosos, poderosos, aunque menos miserables, ciertamente, que los españoles de entonces. Ahora, el relevo imperial de EE.UU., el que amenaza con volver, es aterrador.

via cronicasbarbaras.blogs.com