Revista América Latina
Pal Concejal, pal alcalde, palos directores, y para todo aquel que se tumbe un real en este pueblo tocuyano... y pa el que no se lo ha tumbado, que sepa, que eso se paga feo…
Dame acá la plata, pégate palla – (te arranco los sarcillos) nadie se mueva que esto es un atraco; llénenme este bolso con los celulares, con las carteras, anillos y demás prendas, y quien guarde algo sabe que esta es frito, coquero con él. Esta es la retorica de la calle, la imposición del poder de la violencia, sobre las mayorías, y es la retorica – escena – acción, más criticada por la población, debido a que pone en riesgo sus vidas, e imprime un miedo, un pánico un terror sobre todo a la víctima, que al fin al cabo somos todos. Sin embargo, ese quieto, ese atraco, ese tumbe, o como lo quieran llamar, no es lo peor que hay, y les digo hay cosas peores, que hacen menos bulla, y fabrican silencios.
Nadie se ha dado cuenta, a nadie han amenazado, a nadie han ultrajado ni violentado físicamente, sin embargo, todos ya estamos tumbados, atracados. Son esos robos, que parecieran más elegantes, más sutiles, más límpidos, pero que tal vez justifican y generan la otra violencia, de las que en las primeras líneas se hizo referencia. Es el robo, que se hace con una firma, con una llamada, y hasta con un mensaje de texto; de ese tipo de robos estamos saturados, y sobre todo en nuestras instituciones públicas. Vaya usted a saber ¿cuánto hijo de puta, no se ha hecho rico, con los reales de la renta petrolera?, en este país, y más aun en este pueblo – El Tocuyo. En un tiempo, a quienes perpetraban estos atracos, a las arcas del país, se les llamo de cuello blanco, no sé si por el partido del que venían, o por la pureza que denotan esos cuellos, pues ahora habrá que llamarlos de cuello rojo, por su partido y por la elegancia que da el color. Pero quieto, no se altere que seguro horita se están tumbando unos reales con unas casas, con un cemento o tal vez con diez cabillas. Sigamos comentando el fenómeno de la ladronería. Esto de tumbar, en este ámbito de los cuellos, los trajes y cargos públicos, es una problemática que se le puede achacar a una cultura capitalista; es decir me tumbo esos reales, para adquirir propiedades, mercancías, putas, casas, perros, y una que otra botella de escocés.
Pilla la parte, entonces el que se tumba esos reales, para arreglar la camioneta, el carro, o comprar par de cauchos para después venderlos, o tal vez por pura curiosidad de que se sentirá robar; es tremendo MMG; que no debe estar en ese cargo ni en ninguno, porque cada locha que él se tumba, es de todo aquel que también la necesita en otra parte, y se ve ostentado a ir por ellas en la buseta, con una 38, a violentar a cualquier otro, en nombre de la justicia que el del poder pregona, cada vez que hace un atraco, con la firma, con la llamada o con el mensaje de texto…En este pueblo “El Tocuyo”, sobran MMG de esos; que se han tumbadoy quieren seguir tumbándoselos reales de los demás, por un sinfín de trampas que ellos muy bien conocen y han perfeccionado en los últimos diez años. Llámese alcaldía de moran, concejo municipal, seniat, como se llame; hay una pila de hampones, negros, blancos, mochos, tartamudos, altos flacos, tullíos, ciegos y mudos, que andan es pendiente de tumbarse un par de cabillas, una batería de un carro, o hacer una trampa al estilo IVSS, de gestor o gestora.¿Y que DIBISE atrapa a esos choros?, ¿donde está la contraloría nacional?, la fiscalía, ¿el defensor del pueblo?, pana pendiente, ¿o también estas en la jugada?... ¿Dónde está el PSUV?, para mi es el nido.
Entonces pueblo, ponte las pilas, que el que te roba, no es el que crees, el que te roba, es también al que le entregas tu poder, tu confianza, tu esperanza, así que pendiente con esa jugada, arréchate y “sal a conquistar tu pan”, que si los tipos hablan de socialismo, por sus programas, por sus consignas, por sus camisas rojas, pilas con esos también, que lo que hacen rallar la palabra; porque en el socialismo, no hay ni alcaldes, ni directores, ni gobernadores, ni concejales ladrones; y cuidado si ni siquiera hay gobierno del poder robar, sino gobierno del poder ayudar…
Gracias