Palermo y Calderón, antes de anotar desde el mediocampo para Boca e Independiente, respectivamente, compartieron equipo en Estudiantes de La Plata.
Luego de anticipar River-San Lorenzo, River-Racing, y San Lorenzo-Racing, esta sección quedó con un partido pendiente: Boca-Independiente. Más allá de que ambos tantos no fueron en La Bombonera, sino en Avellaneda (aunque fueron en distintas canchas), tienen un denominador en común, tal como los otros tres encuentros ya publicados: fueron desde la mitad de la cancha.
El primer capítulo se escribió el 7 de junio, en el viejo estadio de la Doble Visera. El equipo comandado en ese entonces por Carlos Bianchi venía de un invicto de 40 encuentros, y tenía la chance de lograr el bicampeonato frente a los “Diablos Rojos”. Pero los de César Luis Menotti estuvieron inspirados, y le propinaron un 4-0, con una sublime actuación de José Luis Calderón, quien a la postre sería ungido como el goleador del campeonato. Él fue el encargado de cerrar la cuenta con un envío desde apenas delante de la línea del medio, aprovechando una distracción de Oscar Córdoba. A pesar de la aplastante victoria roja, Boca se consagró gracias a la derrota de su más inmediato perseguidor (aunque la brecha era bastante holgada), River, en manos de Racing por 3-2.
En el 24 de febrero 2007, uno de los titulares de Boca en aquel encuentro iba a vengar esa conquista: era Martín Palermo. Independiente era local, aunque no jugaban en el actual Libertadores de América, ya que estaba siendo refaccionado. Sobre el cierre del partido, el cual estaba en aquel entonces 2-1 para los de Miguel Ángel Russo, recuperó una pelota, y disparó al arco desde detrás de la línea divisoria, vacío tras una inexplicable salida de otro Oscar: Ustari (hoy atajando en el club de la ribera). Ese gol despertó la algarabía de todos los xeneizes.
Con estos dos tantos se salda la deuda con Independiente-Boca, y ahora, a pensar en el Superclásico: Boca-River.