La imagen superior es bastante significativa para entender lo que sucedió ayer en Quito. El bulto que transportan esos hombres es, nada más y nada menos, que Rafael Correa- presidente de Ecuador. Correa fue gaseado por varios miembros de la policía cuando abandonaba el Regimiento de Quito. La policía lanzó gases lacrimógenos contra el presidente y sus escoltas que tuvieron que intervenir para poner a salvo al presidente. Correa fue trasladado a un hospital para recibir tratamiento y recuperarse de la agresión.
Al parecer, cientos de policías- tras atacar al presidente- ocuparon y bloquearon el Regimiento de Quito y el aeropuerto internacional de la capital ecuatoriana. Al parecer los policías protestaban por la eliminación de incentivos y bonificaciones profesionales aprobadas por la Asamblea Nacional a través de la Ley de Servicio Público. Los policías ocuparon los edificios principales del Regimiento de con gritos de unidad y protestas por lo que consideran una injusticia contra su profesión.
Correa, una vez repuesto en el hospital, acusó directamente a la oposición ecuatoriana de intentar derrocarla con un golpe de Estado y confirmó que está estudiando la posibilidad de disolver el actual Parlamento debido a la situación crítica en la que se encuentra ahora mismo el país.
"Señores, si quieren matar al presidente, aquí está: mátenme si les da la gana, mátenme si tienen valor, en vez de estar en la muchedumbre, cobardemente escondidos", dijo Correa a los policías que rodean el hospital donde se encuentra retenido. "Si quieren tomarse los cuarteles, si quieren dejar a la ciudadanía indefensa, si quieren traicionar su misión de policías, su juramento, traiciónenlo, pero este presidente y este Gobierno seguirán haciendo lo que tiene que hacer", añadió Correa. "Si quieren destruir la patria, destrúyanla, pero este presidente no da ni un paso atrás. Viva la patria", finalizó Correa.
El hospital donde se encuentra Correa está rodeado por policías y manifestantes que impiden salir al presidente ecuatoriano. El propio presidente ha afirmado a la radio estatal que un grupo de uniformados estaba intentando entrar en la habitación donde se encontraba retenido a través del techo.
Sobre las razones de la huelga, añadió que se trata de una serie de desinformaciones, que los sueldos no se reducirán sino que se triplicarán. "La ley establece que habrá compensaciones para aquellos que tienen que trabajar horas extras. Esto es una conspiración permanente de los que no pueden ganar en las urnas".
Los policías de tropa, que escondían sus rostros de las cámaras, también incendiaron neumáticos en las afueras del regimiento para agudizar la protesta, inédita en Ecuador. En medio de las protestas, los policías pedían a gritos a los militares que los apoyen al considerar que también a las Fuerzas Armadas afecta la decisión de eliminar incentivos económicos en los ascensos y que se haya ampliado el plazo para los mismos.
El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Ecuador, general Luis González, dijo que los militares "están subordinados a las órdenes de su comandante en jefe, el presidente Rafael Correa", al resaltar que "Ecuador vive un estado de derecho". El alto militar señaló que las Fuerzas Armadas deben resguardar la seguridad interna y externa, por lo que tomarán "las medidas que correspondan y las que pida el gobierno".
En el aeropuerto de Quito unos 150 policías bloquearon la pista en su protesta contra las autoridades. "Por nosotros está en el poder Correa", decían los policías, mientras se escuchaban gritos de "vamos a la guerra civil". Como método de protesta, los policías dijeron que no saldrán a las calles a hacer su trabajo hasta lograr un acuerdo con el Gobierno ecuatoriano.
Algunos policías afirmaron que la medida de protesta también se extenderá a otras zonas del país, entre ellos la provincia del Guayas, cuya capital es Guayaquil, la ciudad más poblada del país.