Cercado por el creciente número de casos de corrupción, vilipendiado por la oposición y asediado por las conspiraciones en su propio partido, el presidente del gobierno decidió sumar a las funciones clásicas de su cargo la de seleccionador nacional de fútbol. Lo anunció a los medios de comunicación en una comparecencia sin preguntas. En los bares hubo división de opiniones. La bolsa cerró al alza.