
dedicado al pueblo griego
Golpes, miles de golpes.
Los hay por doquier,
rompiendo miradas y sueños,
quemando futuros, segando
el alimento y el agua
de generaciones rotas
por la codicia y la envidia.
Más golpes, golpes
que rompen el alma,
y no dejan huella conocida.
Hay cementerios llenos
de golpes, de heridas,
de muertos, de hambre,
de enfermedad, de dolor…
Y como ejemplo, esa joven
que no conozco,
pero que podía ser mi hermana,
que seguramente lo es,
muerta a golpes
por un sistema que no cree
ni en sí mismo.
Juan Tomás Frutos
