Google ha decidido cerrar la filial de Motorola en España a finales de este año ante el deterioro de la economía española y las desfavorables perspectivas de consumo interior, que afectarán al mercado de dispositivos móviles.
La compañía de búsquedas y servicios en Internet, que adquirió Motorola el pasado mes de mayo en el marco de su política de diversificación de negocio, centrará su estrategia europea en sus tres principales mercados por volumen de facturación (Alemania, Reino Unido y Francia), obviando el aumento de cuota que el fabricante de teléfonos móviles estaba logrando en el mercado español, que supera en la actualidad el 3%.
En operadores como Orange, Motorola ya contaba con un 10% de cuota de mercado, y en Vodafone y Movistar también estaban presentes los nuevos dispositivos de la gama Razr.
España es el país de Europa en el que Motorola vende más unidades
En niveles absolutos, España es el país de Europa en el que Motorola vende más unidades. El repliegue de sus posiciones en Europa implicará también la salida de la compañía de otros mercados de la periferia del euro, como Grecia, Italia o Portugal, pero también de países como Polonia, República Checa o Escandinavia.
La plantilla de Motorola en España está integrada por unos 50 empleados. Según publica hoy el diario Expansión, la decisión supone que a partir del 31 de diciembre los móviles que fabrica Motorola Mobility desaparecerán de las estanterías de los distribuidores españoles, aunque mantendrán todos los servicios de postventa.
Google, que completó el pasado mes de agosto la compra de Motorola Mobility por un importe de 12.500 millones de dólares en efectivo (9.800 millones de euros), confirmó entonces que procederá al cierre o la consolidación de la tercera parte de los 90 centros de producción que su filial tiene repartidos por todo el mundo.
Reducción de plantilla
Este plan de reestructuración implicará una reducción de plantilla que afectará 4.000 empleados, aproximadamente el 20% del total de trabajadores de Motorola.
Google precisó que “dos terceras partes de esta reducción de plantilla se llevarán a cabo fuera de EE.UU.”, al tiempo que señalaba que esta decisión se relaciona con sus planes de simplificar la cartera de dispositivos de telefonía de la empresa para enfatizar la producción de aquellos teléfonos más innovadores y rentables.
Como consecuencia de esta reestructuración de plantilla, Google espera registrar una carga extraordinaria relacionada con las indemnizaciones por despido no mayor de 275 millones de dólares (225 millones de euros) que será contabilizada en su mayor parte en los resultados del tercer trimestre.
Fuente: RTVE