Al hilo de lo que comentaba el otro día sobre la “tecnologización” de la salud y de lo sanitario: lentes “inteligentes” para enfermos de diabetes made in Novartis y Google. El desembarco de las multinacionales de la tecnología en el ámbito de la salud.
La empresa farmacéutica Novartis y el gigante de internet Google están desarrollando unas lentes de contacto que denominan “inteligentes” porque miden el nivel de glucosa a través del fluido de las lágrimas. Los datos obtenidos en la medición son mandados vía inalámbrica a un dispositivo móvil.
No me digáis que no estamos más cerca de convertirnos en robocops. Las compañías dicen que tratan así de ayudar a los diabéticos a medir el nivel de glucosa en la sangre y recuperar la capacidad de foco del ojo.
Esta tecnología tiene el potencial de transformar la vida de muchos diabéticos que deben pinchar sus dedos hasta 10 veces al día para controlar la producción de azúcar de su cuerpo y también hay que tener en cuenta, claro, que se estima que el mercado mundial de control de azúcar supere los 12.000 millones de dólares en el 2017.
Lo que no queda claro, porque no lo explican, es cómo afectará la contaminación electromagnética que produce emitir y recibir datos dentro del ojo a la vista y a la salud. A través de Alcon, la división de cuidado de la vista de Novartis ya ha intentado crear unas lentes similares y el máximo responsable de la compañía reconoce que han fracasado.
La misma palabra fracaso podemos utilizar para describir lo que está ocurriendo con las Google Glass y además causan problemas de salud:
Quienes ya han tenido la oportunidad de probar las Google Glass aseguran que las famosas gafas desorientan y que hacen imposible centrar la mirada en lo que tenemos alrededor. Además, producen dolor de cabeza y dejan al usuario literalmente ‘bizco’”.
Las compañías tecnológicas están buscando un nuevo nicho de mercado en el ámbito de la salud. Apple prepara herramientas que miden la frecuencia cardíaca y las actividades del sueño. Samsung ofrece dispositivos portátiles que también permiten a las personas controlar algunas de sus constantes vitales.
En concreto, la marca de la manzana mordida dispositivo tipo pulsera inteligente que registrará todo tipo de datos relacionados con la salud y la actividad física del usuario. El aparato de la multinacional tendrá una pantalla curvada y que llevará sensores para recoger datos sobre salud, como el consumo de calorías, la actividad del sueño, el ritmo cardíaco o la glucosa en sangre.
Lo escrito, la llegada de las multinacional de la tecnología al campo sanitario puede provocar nuevos problemas de salud. Intentan desarrollar productos que nos ayuden a tener más salud pero sin comprobar si son inocuos para la salud y precedido de sonoros fracasos.