Revista Informática

Google y su (asquerosa) política de barrer para casa

Publicado el 17 mayo 2013 por Ferranmunoz @ferran_munoz

Esta mañana recibí el correo de que ya podía probar el nuevo Google Maps. Como sabrán los lectores a este blog, aprovechando el marco del Google I/O, la compañía de Mountain View ha realizado un lavado de cara a su plataforma Maps añadiendo nuevas funcionalidades y mejoras a lo que ya se había creado.

Sin pensármelo dos veces, toco el enlace del correo para probarlo (solamente lo había visto en imágenes y vídeo) y me encuentro con una sorpresa bastante desagradable y desafortunada:

Google Maps navegador

Es decir, Google te está diciendo que como el navegador que uso (Firefox) no acepta WebGL, pues me tengo que joder y me voy a quedar con las ganas de probar Google Maps. Tal y como podéis ver, hace bastantes años que soy usuario de Firefox, desde cuando era de las pocas alternativas que había a Internet Explorer. Y a pesar de cambiar una temporada a Google Chrome, sobretodo cuando fue el boom allá por 2008, la nefasta gestión de la memoria por parte del navegador de Google hizo que volviera al navegador de Mozilla. Y para nada tengo ganas de volver a Chrome, de hecho, no quiero cambiar. Es más, el otro día actualicé a la última versión de Firefox, la 21.

Pero bueno, no me sorprende, y más viniendo de Google, una empresa que quiere todo al precio que sea, aunque tenga que desprestigiar a la competencia. Si recordáis, no es la primera vez que Google me hace esta jugarreta. Con el juego del laberinto en el navegador (Chrome World Wide Maze) también me la quisieron colar y al final me salí con la mía. No obstante, lo que hice con el juego del laberinto (está detallado en el post) fue una solución que no es factible para gente que no tenga experiencia en tocar comandos ni parámetros, con lo que si no sabes lo que tocas y porqué lo haces, es una cosa que no es recomendable.

Más claro agua: ¿Cual es la solución cuando un usuario ve el cartel? Pues para no ponerse una camisa de once varas (o en otras palabras, para ahorrarse disgustos) le hace caso: se descarga Google Chrome y se terminó lo que se daba.

A veces no me extraña nada ver como su navegador se ha situado líder en el mercado de los navegadores, sobretodo viendo las prácticas que utiliza para ello, incluso desprestigiando a los rivales con afirmaciones totalmente falsas (Que si Chrome es el mejor, que si Chrome hace X cosa y los demás no pueden, etc…).

Pero bueno, es Google, creo que ya está todo dicho (los más avispados lo entenderán). Ahora, lo de hoy lo considero VER-GON-ZO-SO.


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