Pero este fin de semana pasado, en La Vueltona en el camino a Horcados Rojos, los neveros eran todavía el paisaje dominante a pesar del calor del día, y los alpinos que están en pleno frenesí reproductor, o mejor dicho, alimentando a lo pollos con frenesí, tenían demasiado trabajo cazando los insectos que caían del cielo en los neveros, como para dedicarme mucha atención.
El gorrión alpino es bastante grande, muy llamativo en su coloración de plumaje, especialmente por lo contrastado del blanco de su parte inferior con el resto de plumas, y un consumado especialista de la altitud, que estos días hace coincidir la ceba de los pollos, con una extraordinaria abundancia de insectos que caen, y son fácilmente visibles, en las últimas extensiones de nieve.
Solo hay que ver las fotografías de los picos llenos de insectos que les hacen parecer "bigotudos".
Con el pico lleno
Cazando. Había amplias zonas de los severos con una capa rosa que se aprecia ligeramente en la fotografía. Tal vez algas?
Cazando y posando