No sé si alguna vez os habeis fijado en las figuras que forman las gotas de agua cuando estás en la ducha. En mi caso es en la cortina, ya que no tengo el placer de disponer de una bonita mampara (palabra que por primera vez escribo) Lo cierto es que mientras esta misma mañana me daba una ducha justo al tiempo de aplicarme la mascarilla, imprescindible para mi rebelde cabello, me fijé en la curiosa forma que aparecía: un especie de dibujo de una mujer besada por un niño. Sí, en serio, era como un cuadro de Klimt que le regalé a mi madre, eso sí, sin las flores,ni los colores obviamente. Esa imagen me produjo una agradable sensación y todavía no sé el porqué de ello. Lo cierto es que el estilo guardaba cierto parecido con los dibujitos que me hace mi acompañante cuando me deja notas en casa, quizá sea esa asociación la que hizo que se dibujase una amplísima sonrisa al tiempo que untaba mi pelo. Y siento no haber retratado esa curiosa representación pero lo cierto es que a diferencia de Caaal mi talento para la fotografía es nulo.
Pd: me gusta ponerme un anillo enorme para escribir e el blog...
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