Hoy os traigo un delicioso goulash de cerdo o mejor dicho mi versión de goulash, aprovechando que tuve familia en casa a pasar unos días, quise sorprenderles con esta receta. Me arriesgue mucho, ya que son paladares bastante exigentes aferrados a la comida tradicional, pero al final triunfó, y con nota bien alta. Pasada esta prueba de fuego ahora sí que puedo deciros que me siento infinitamente contento!!
Básicamente el goulash o gulash es un guiso de carne con cebollas, pimientos y pimentón, originario de Hungría y extendido a los países vecinos tales como Eslovenia, Eslovaquia, Ucrania, Rumanía... etc. Que se hizo popular en el siglo XIX en el Imperio Austrohúngaro gracias a unos soldados de un regimiento militar durante unas campañas. Estos se socializaron con los pastores de la zona de la estepa de Hortobary (en la Hungría Oriental). Mas adelante el batallón se trasladó a la ciudad de Viena llevando consigo el aprendizaje de dicho plato y a partir de aquí se extendió por los países vecinos y tiempo después por todo el mundo.
La palabra "Goulash" o "Gulash" que a la vez proviene de la palabra "Guylá" significa pastor de bueyes, haciendo mención a los pastores que enseñaron a los soldados esta receta ¿curioso verdad?
Según la época del año en Hungría se cocina bien como un ragú en la temporada de verano o como una sopa caliente de carne durante los meses más fríos de invierno, lo que no cambia es el largo tiempo de cocinado de la carne para conseguir una textura muy tierna.
Al deciros que se trata de un guiso no os confundáis pues no es la típica receta que metéis todos los ingredientes en una olla y se deja cocinar varias horas, sino que requiere de un poco de atención por nuestra parte para que el resultado final sea riquísimo.
A pesar de ser un plato sencillo y humilde, hoy en día lo podéis encontrar en los restaurantes más renombrados tanto dentro como fuera de las fronteras de Hungría y versiones diferentes según la región.
Como os dije al principio esta es mi versión de goulash cocinado con carne de cerdo, pero se puede preparar siguiendo la receta original con ternera, buey... o si queréis ir mas allá usad cordero, pollo, conejo... etc, como más os guste. Todo es probar!!
La receta está pensada para 6 personas, entonces a tener en cuenta según el número de comensales que tengáis en casa para adaptar las cantidades.
Ingredientes:
2 kg. de carne de cerdo sin hueso; puede ser de la paletilla o el lomo
Sal marina
Pimienta negra, recién molida
Aceite de oliva
2 cebollas rojas, peladas y en rodajas finas
2 chiles rojos, sin semillas y finamente picados
2 cuch. colmadas de pimentón ahumado, y un pellizco más para servir
2 cuch. de semillas de alcaravea (comino)
Un manojo pequeño de mejorana u orégano seco
5 pimientos de asar (se pueden usar mezcla de colores; rojos, verdes y amarillos)
250 grs. de pimientos asados en conserva, escurridos
400 grs. de tomate natural triturado en conserva
4 cuch. de vinagre de vino tinto
400 grs. de arroz basmati o arroz de grano largo de buena calidad
150 grs. de crema agria o yogur griego
La ralladura de 1 limón
Un manojo pequeño de perejil fresco, picado
Elaboración:
Empezar precalentando el horno a 180º C.
Practicamos unos cortes en forma de cruz sobre la carne por ambos lados con un cuchillo bien afilado y salpimentamos bien toda la pieza. A continuación echar un buen chorro de aceite de oliva en una cazuela con fondo pesado y colocar la carne con la parte de la grasa hacia abajo, cocinando unos 15 minutos, dándole la vuelta de vez en cuando. A esto se le llama en cocina sellar la carne, permitiendo que por fuera dore y por dentro contenga toda la jugosidad. Pasado este tiempo, retirar la carne con ayuda de unas pinzas de barbacoa o un par de tenedores y dejamos a un lado reservada.
En la misma cazuela agregar las cebollas, los chiles, el pimentón, las semillas de comino, la mejorana u orégano seco y un buen pellizco de sal y pimienta, salteando unos minutos hasta que la cebolla comience a tornar transparente. Seguidamente agregamos los pimientos en rodajas, los pimientos asados cortados en tiras y el tomate triturado junto con la pieza de carne. Dar unas vueltas y añadir el vinagre, cubriendo todo con agua hasta la mitad y dejar que rompa a hervir. Luego con cuidado pasaremos todo el contenido a una bandeja de hornear lo suficientemente grande para que quepa el guiso, tapar con un pliegue de papel de aluminio y meter en el horno unas 2 horas aprox. o hasta ver que la carne se desprende con mucha facilidad, quedando tierna y delicada.
Justo cuando queden unos 20 minutos para que termine el tiempo de horneado, pondremos una cazuela con el arroz basmati, un chorrito de aceite de oliva y el doble de cantidad de agua salada, tapar y dejar unos 12-15 minutos hasta que el arroz esté en su punto y haya absorbido toda el agua, quedando suelto y esponjoso.
Mezclar en un tazón la crema agria o el yogur griego (según prefiráis) con la ralladura de limón, la mitad del perejil picado y salpimentar al gusto.
Cuando vayamos a servir el plato, espolvorear sobre el guiso con el resto del perejil y sobre el arroz hervido el pimentón, así aportará color. Colocamos la salsa de crema agria o yogur a un lado y que cada comensal se sirva. Buen provecho!
Sugerencias: En casa solemos comerlo de la siguiente forma; cada uno se echa en su cuenco un poco de caldo especiado con verduras, pellizcar la carne con unas pinzas o un tenedor en tiras (se desprende con mucha facilidad, está super tierna) y se corona con una cucharada de crema agria. Todo esto servido con el aromático arroz basmati. Os encantará!!