Ya hemos tenido tiempo de pasar la resaca de los premiosGoya, que se entregaron el domingo pasado, con buena audiencia y numerosas críticascomo siempre.Voy a ir en plan rápido a lo de la gala porque ese no seriael tema principal ni importante cuando uno se pone a hablar de cine español.
La gala estuvo presentada con mucha clase y profesionalidadpor Eva Hache, que fue divertida, pero solo lo justo, ya que algunos de loschistes eran inexplicablemente antiguos. Y los que no lo eran (los mas ácidosque me gustaron a mi) parecían no hacer mucha gracia a un patio de butacas que parecíauna reunión de maniquíes. Incluso los que colaboraron, con honrosasexcepciones, parecían no ponerle muchas ganas. A pesar de esto, y de las treshoras de duración, la gala fue entretenida por que la entrega de premios fue lobastante fluida como para no aburrir (para lo que son este tipo de eventos).
De los premiados nada que objetar, todos muy bien y todos ensu sitio. Personalmente me gusta mas La piel que habito, pero tengo quereconocer que No habrá paz para los malvados es mejor película, y mucho masinteresante para el gran publico.
Todo muy bien, excepto por una cosa. En medio de todo eseentretenimiento dominical apareció el presidente de la academia de cine y sudiscurso, tan cargado de hipocresía y mentiras que tuvo que hacerse acompañarde dos vicepresidentas para aguantar mejor. Pero ni por esas. El discurso deEnrique González Macho desprendía nervios e inseguridad, como si de verdadfuera consciente de la cantidad de sandeces que estaba diciendo.
“Todos somos internautas…” es una frase que yo también heutilizado para defender mis argumentos, pero dicha por según quien pone lospelos de punta. No es posible que estén tan ciegos ni que crean que somos tanestúpidos. Cualquiera que en estos tiempos diga que Internet no es ni unaalternativa ni un complemento para el negocio del cine es que vivecompletamente de espaldas al mundo y a los tiempos que corren.
Quizás deberíamos cuestionar muchas cosas cuando empresascomo Netflix dan marcha atrás a sus intenciones de entrar en el mercadoespañol, a quien le interesa que este tipo de cosas no funcionen y quien saldríamas perjudicado de que algún nuevo modelo de negocio empezase a funcionar.
Si nada cambia todo sigue igual, y me refiero a que se puedeseguir abusando del ciudadano en general y del consumidor de cine en particularcomo se viene haciendo hasta ahora. Si uno mira la cantidad de películas subvencionadas(y por cuanto) y la cantidad de películas que finalmente se estrenan y sepueden ir a ver la sensación que le queda es de absoluta estupidez. ¿Cómo puedeser que se estén quejando continuamente de la situación del cine español?, ¿Cómoes posible que haya películas que se estrenen lo justo para poder cobrar la subvencióny no sea un hecho conocido por todo el mundo?. Esto debería ser algo que segritase a los cuatro vientos y aun no alcanzo a entender por que no es así. Noes que sea un rumor, o una leyenda urbana, son cosas que se saben y que enalgunos casos se han denunciado públicamente y que claman al cielo. No meinvento nada, podéis ver el ejemplo de Tinieblas González, que a pesar de sunombre parece tener bastante razón en lo que dice (ya se que el vídeo duramucho, pero merece la pena verlo). Pocas veces se han explicado las cosas contanta claridad.
Pero volviendo al tema de Internet, es mentira que no puedaser una alternativa ni un negocio, el problema es que quieren seguir ganandocomo hasta ahora y prefieren obligarnos a pagar a todos por su modelo obsoleto denegocio en lugar de aceptar el cambio y los beneficios que podría generar ese nuevomodelo.
¿Quién no esta deseando un Spotify de cine y series?. Yoestoy ansioso por que esa alternativa exista, por un servicio que me ofrezca películasy series con calidad y a un precio razonable. Y con razonable me refiero a unatarifa plana que merezca la pena, no a cobrarme los estrenos aparte, ni a uncatalogo que haría llorar hasta a los adictos a los telefilmes de sobremesa. Ningunade las ofertas actuales (creedme que las he mirado bien) satisface mis expectativasen lo mas mínimo.
A lo mejor es que los derechos de autor en nuestro país sonmucho mayores que en el resto de países, o que llamar delincuentes a la mayoríade internautas sale mejor que ponerse a currar. Quizás quejarse es la maneraque tiene el mundo del cine español de darnos pena y que todo siga igual.Yo no se exactamente cual será el papel de Internet en elfuturo del cine, lo que si se que ignorarnos y seguir tratándonos comodelincuentes, incluso legislando para ponernos las cosas mas difíciles, no esuna opción. Simplemente esa opción no existe. La expresión esta muy gastadapero no por eso es menos cierta, no se pueden poner puertas al campo.
Yo era un espectador habitual de cine español, me encanta ir al cine, nada sustituye a una sala de cine, pero todo tiene un limite.