Este domingo una vez mas el fútbol nos demostró en Ciudad Universitaria que para llegar a lo mas alto no se necesita gastar millones y mas millones para reforzar al equipo, no se necesita al goleador de moda para lograrlo, ni al defensa imparable y menos al portero imbatible, solamente se necesita coraje y ganas de lograrlo, Pumas nos demostró este 22 de mayo coronándose por séptima ocasión en su historia que se pueden lograr cosas grandes sin gastar un solo centavo y sin la necesidad de traer extranjeros para llenar las cinco plazas, a base de continuidad pero sin atar jugadores para que cumplan su sueño de jugar en Europa, esa continuidad a base de siete u ocho jugadores y los huecos de los que van saliendo tapándolos con jóvenes con hambre de triunfo, como se hacen las cosas, lo que siempre ha llevado a la Universidad Nacional a la gloria.
Revisando el plantel son un equipo que no asustan a nadie, no son para nada un equipo repletó de estrellas sino todo lo contrario, con tres extranjeros sin el cartel de muchos otros que han llegado a robarle a sus equipo entregando pobres resultados, con un Paco Palencia que tras 11 meses sin marcar respondió a la confianza del técnico en el momento mas importante, con 2 goles en la final que inclinaron la balanza que deja un poco al lado su ya tan pobre desempeño futbolístico, con Cacho que se ganó el cariño de la afición con lo que mejor sabe hacer un delantero, marcando goles, también están Fuentes y Velarde que sin ser los grandes defensores siempre dieron buenos resultados protegiendo la puerta felina, sin olvidar que fueron los anotadores para dar la vuelta en el marcador ante Monterrey en cuartos de final, en una eliminatoria que parecía sentenciada por los rayados, también mencionar a los gemelos Palacios, uno con los guantes y el otro en la línea defensiva, al principio dejaban muchas dudas sin embargo a pesar de los errores que llegaron a cometer siempre se levantaron, sobre todo Alejandro (el Pikolin II) que fue muy criticado por haberse comido goles en esta su primera temporada como titular pero él nunca perdió la confianza en sí y hoy se puede decir que es uno de los pilares del Pumas campeón.
Ya que hablamos de defensores es el turno del líder de la zaga, Darío Verón, el que roba, el que barre, el que salva, el que entra duro cuando se necesita, el que despeja, el que le da salida al equipo, el que corre, el que grita, el pilar de la defensiva universitaria y probablemente del equipo, un autentico felino. Mas adelante están los mediocampistas y empiezo con el capitán del equipo, Israel Castro quien a pesar de no ser un dotado de técnica siempre esta a la altura de las circunstancias un auténtico líder en la cancha, acompañándolo esta el joven Cabrera que sustituyó de manera perfecta a Leandro superándolo incluso, un autentico cerebro con una visión de campo fenomenal y un toque de balón bastante educado. Arriba dos extranjeros quienes a pesar de las criticas recibidas en algún momento terminaron por ser decisivos, primero Bravo quien en el torneo regular se convirtió en el motor del equipo, haciendo trizas a las defensas rivales marcando auténticos golazos, el otro es Dante López, el mas criticado, quien siempre se entregó a la causa universitaria y aunque las cosas no siempre le salieron nunca bajó los brazos y fue una de las claves de Pumas en los momentos decisivos.
También debemos mencionar a los del banco, a Chiapas, a Orrantia, a Rojas, a Izazola, también esta Leandro, el que al final tuvo que comer banquillo por una lesión y la explosión de Cabrera y al anteriormente mencionado Juan Carlos Cacho (que empezó como titular el torneo), estos hombres con su ingreso la mayoría de las veces supieron cambiarle la cara al equipo y aportar cosas diferentes, cosas bastante interesantes y muy importantes, otro al cual no se me debe olvidar mencionar es al capitán del barco, a Memo Vázquez Jr quien a pesar de su novates en el banquillo supo llevar a su equipo a la gloria, con un objetivo claro desde la primera jornada, improvisando en el transcurso del torneo hasta encontrar la formación ideal y dándole oportunidad a los jóvenes. Se que muchos pensaran que se me olvidó mencionar a un jugador, pero les confieso que al momento de iniciar este articulo estaba pensando justamente en él, no se me podía olvidar el jugador del torneo, el hombre de los golazos, Javier Cortés, el joven que con un gran gol culminó una gran temporada e hizo estallar a los aficionados.
Cuando emigraron al Reino Unido Efraín Juarez (Celtic) y Pablo Barrera (West Ham) se pensó que el equipo se vendría abajo por lo que pesaban estos jugadores, sin embargo Cortés no solo hizo olvidar a uno, hizo olvidar a los 2 cumpliendo la tarea de ambos de gran forma, como se vio en la final, sacando una pelota de la línea y metiendo un golazo para darle a Pumas la séptima estrella, el dueño de la banda derecha universitaria subiendo y bajando todo el partido, siempre intentando cosas diferentes, encarando, tirando caños, recortando y demás, un jugador con un gran descaro, sin miedo a equivocarse, simplemente lo intentaba, como lo intentó en la final y le terminó saliendo un gran gol. Mencioné a uno por uno sin embargo fue la unión de todos estos los que lograron vencer a los rivales, los que llevaron a la gloria a este equipo.