Sí, lo sé, mucho tiempo sin publicar nada en el blog, pero esta ausencia no se debe a la desidia, dejadez o abandono. Creo tener una buena razón para ello, y es que he vuelto a ser madre por segunda vez, de June mi preciosa niñita.
Durante este tiempo he dejado a un lado, no muy lejos, la enorme pasión que siento por mi trabajo para dar mi amor, mi energía, y mis queridas y apreciadas horas de sueño a mi hermosa niña, y seguir achuchando, besando, acariciando... a Libe, mi hija, que de pronto he de llamar “mayor”.
Durante este tiempo no encontraba la manera de explicar lo más creativamente posible este tiempo de silencio, y ha sido precisamente contemplando a June como de pronto la inspiración ha hecho acto de presencia, gracias June!
June Tuvo prisa por llegar a este loco mundo, adelantó, quizá demasiado, su llegada así es que ahora está haciendo una enorme labor por vencer su fragilidad, y vulnerabilidad. Tras superar tres semanas de soledad y desamparo en la incubadora del hospital, persigue con firmeza y tenacidad lo que lo que para ella es vital: el alimento, el cariño, y el calor de sus padres. ¡Sólo eso!
Digo sólo eso, no por restar importancia a sus objetivos, que la tiene y mucha, sino por que esta mañana al contemplar su placidez, y cómo para ella no hay nada más que lo que sucede aquí y ahora, me ha hecho detenerme y reflexionar. Y es que es tal la velocidad a la que vivimos, y el sin fin de cosas por hacer, que olvidamos lo más importante, que es estar, ser, aquí y ahora, en este momento.
Así pues, a partir de ahora aparcaré por un tiempo, física y sobre todo mentalmente todos mis proyectos, mis tareas pendientes, mis “tengo que ir, tengo que hacer, tengo que….” y mis demás quehaceres, para vivir lo que ahora quiero y deseo vivir al 100% que es estar con mi corazón y con mi cabeza en esta bella etapa de crianza. De nuevo, gracias June!