Gracias Suzy

Hoy hace un año que te fuiste a ese otro lugar… aquí sigues presente.

Te dedicamos este día, agradecidos por haberte encontrado.

Cuando uno se despide de un ser querido de corazón, puede permitir que aflore la tristeza y, con ella de la mano, honrar lo que esa relación supuso. Cuando ese ser querido, además, ha ocupado un lugar maestro, esa honra ha de tener otra dimensión

Este viernes pasado, día 9, nos ha dejado Suzana Stroke, Suzy para los amigos y discípulos. Y su marcha ha sido su última lección

La noticia a pesar de ser esperada, pues ella misma se despidió hace un tiempo de nosotros, nos ha encogido el corazón en el Taller. Y suponemos que habrán sentido algo similar los colegas de la comunidad gestáltica y satianos

En mayor o menor medida hemos sido tocados por su amorosa sabiduría, su sencilla elegancia y su dulce simpatía. Yo particularmente viví varios momentos intensamente reveladores gracias a ella, momentos que quiero nombrar por su magistral importancia

Pude soltar la queja con mis padres y honrar su amor y su entrega incondicionales. Pude separarme con amor de mi primera mujer y guardar esa relación como un valioso tramo de aprendizaje en mi vida, siendo en la actualidad una entrañable amistad. Pude tener una visión de la belleza trascendente de lo femenino, la diosa, en su presencia. He podido sentir su acompañamiento cariñoso en la distancia, cada vez que nos hemos vuelto a encontrar. Y recibo su última carta como una lección sagrada de dignidad ante la muerte

Cito uno de los párrafos de esa última carta que nos dejó:

“Lo que me sucede últimamente me ha puesto cara a cara con sentir a Dios ocupando un lugar en mi corazón, y, más aún, enseñándome cotidianamente a escuchar Su Voz y Su Dirección sin ningún tipo de duda. Me siento cuidada, y me siento un alma en paz, además de alegre, con buen humor, y principalmente desbordando gratitud por todo lo que me ha sido dado a lo largo de mis 67 años. Esto es para mí la confirmación de estar con Dios y en Dios, lista para lo que sea”

Alguien me dice que ahora está liberada y radiante, en la Consciencia. Y yo así lo siento. La Luz que irradiaba en vida, ahora la recoge en su abrazo eterno

Desde el Taller te enviamos un saludo amoroso y un beso infinito. Que suerte haberte conocido!

Hasta siempre Suzy

Món Ballester