Desde ayer por la tarde, buena parte de la comunidad audiovisual argentina, espectadores, críticos –uno en especial– celebran la designación de Luis Puenzo y Nicolás Batlle como presidente y vicepresidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales. Un mes y días después de que algunos medios filtraran una lista provisoria de integrantes del gabinete del Presidente Alberto Fernández, donde el INCAA figuraba a cargo del autor de La historia oficial, la Asociación de Directores de Cine PCI publicó la buena nueva a modo de primicia. Al rato, el Ministerio de Cultura de la Nación la anunció a través de sus cuentas en las redes sociales.
En general son favorables las reacciones institucionales e individuales registradas. La misma PCI festejó que «gente del cine se haga cargo del futuro de nuestro deteriorado INCAA» y , a través de un comunicado, los directores argentinos cinematográficos identificados con la sigla DAC saludaron «con inmensa alegría» a los flamantes funcionarios y convocaron «a todos los sectores de la actividad a sumar su apoyo y su talento para poner nuevamente de pie a nuestra cultura nacional audiovisual».
La Cámara Argentina de Distribuidores Independientes Cinematográficos (CADICINE) también emitió por Internet un comunicado de bienvenida. Sus integrantes reivindicaron el compromiso de Puenzo y Batlle «con el cine independiente y con la diversidad cultural».
Entre los mensajes escritos en primera personal del singular, sobresale uno con una carga subjetiva tan grande como comprensible, a nombre del crítico del diario La Nación y fundador del sitio Otros Cines, Diego Batlle:
«Orgulloso de mi hermano, flamante vicepresidente del INCAA. Los mejores deseos para un desafío muy difícil. Una persona honesta, laburadora, capaz y que conoce mucho del tema. Ojalá le vaya bien en la función pública y en un organismo tan complicado (y hostil) como el INCAA».
También cabe destacar el tweet del ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Enrique Avogadro. El funcionario porteño felicitó a Puenzo y a (Nicolás) Batlle, y les transmitió «los mejores deseos».
Cecilia Roth y Ana Celentano fueron las primeras actrices en celebrar públicamente ambos nombramientos. La además secretaria adjunta de la Asociación Argentina de Actores se refirió a «nuestro cine, vilmente golpeado estos cuatro años», en clara alusión al desempeño de Alejandro Cacetta y Ralph Haiek en el INCAA, bajo el gobierno de la alianza Cambiemos. Luego amplió:
«Ojalá sea un tiempo de producciones diversas, industriales e independientes, con respeto por los trabajadores, con presupuestos acordes a las necesidades estéticas de cada proyecto. Y sobre todo tengamos pantallas para llegar al público, protegiendo nuestro cine».
En consonancia con el mensaje de Celentano, el camarógrafo, realizador, docente Julio Santamaría escribió sobre Puenzo: «Un compañero para defender a los trabajadores del cine nacional, bienvenido».
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Pablo Rovito, ex rector de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC) y actual director de la Licenciatura en Artes Audiovisuales de la Universidad Nacional de Avellaneda, sostuvo que «es difícil pensar en mejores nombres». Puenzo y Batlle «saben mucho de cine; son cineastas de corazón y fundamentalmente excelentes personas; se merecen y nos merecemos la mejor de las suertes».
El crítico, historiador, curador Fernando Martín Peña coincidió en definir a los nuevos funcionarios como «gente que sabe y además buena gente». El académico Ricardo Manetti también se mostró satisfecho con la noticia.
Entre los productores y directores que festejaron en nombre propio, figuran Vanessa Ragone, Daniel Rosenfeld, Pablo Giorgelli, Nacho Garassino, Verónica Chen, Cecilia Miljiker, Alejandra Guzzo, Marcia Paradiso, Carmen Guarini. Juana Sapire, sonidista y viuda de Raymundo Gleyzer, escribió en Facebook «Están designando a gente que sabe; es una alegría».
La realizadora cordobesa Daniela Goldes se pronunció en nombre de los colegas de las provincias argentinas. «Celebramos esta noticia; el profesor Batlle siempre fue un entusiasta en la causa de federalizar la producción audiovisual en una industria tan centralista».
Puenzo fue muy crítico del Instituto Nacional de Cine en tiempos macristas. Este informe de Tiempo Argentino recuerda que, en abril de 2017, cuando estalló el escándalo mediático que derivó en la renuncia de Cacetta, el también director de Gringo viejo y La peste acusó a Cambiemos de querer «desarticular el INCAA, la ENERC y todo lo que tiene que ver con el cine argentino».
La opinión pública recuerda más a Puenzo por haber ganado el Oscar a la mejor película extranjera con La historia oficial que por haber contribuido a la elaboración de la Ley de Cine, sancionada en 1994. Esta participación debería convertirlo en un interlocutor insuperable para los realizadores que piden actualizar las reglas del juego cinematográfico en nuestro país.
Batlle intervino en la producción de Showroom de Fernando Molnar, El patrón. Radiografía de un crimen y El rascacielos latino de Sebastián Schindel, Mundo alas de Molnar, Schindel y León Gieco y Wakolda de Lucía Puenzo (hija de Luis) entre otras películas. Al menos hasta ayer, este egresado de la ENERC coordinaba junto al flamante ministro de Cultura Tristán Bauer el área de Cine Documental de la Universidad Nacional de San Martín e integraba la Comisión Directiva de la Asociación de Productores Independientes de Medios Audiovisuales de la Argentina.
Vía Facebook, los integrantes de APIMA expresaron su «alegría y esperanza» ante la designación de Puenzo y de «nuestro querido compañero Nico Batlle», que además presidió la entidad entre 2013 y 2015. Se trata de «gente de cine, con vocación y amor por los medios audiovisuales nacionales, que dejan de lado sus empresas privadas para bien de toda nuestra industria» sostuvieron.