Revista Arte

GRAN PARADA DE TRADICIÓN: De lo mítico a lo real

Por Loracueto
Por: Eduardo Lora Cueto Fotos: César García Garzón  
Mientras que el sábado de carnaval grandes carrozas adornan la Vía 40, el domingo éstas se extinguen para permitir que haya un contacto directo con el pavimento.

GRAN PARADA DE TRADICIÓN: De lo mítico a lo real

Danza "El Garabato"

Las verdaderas raíces de las festividades son rescatadas en este desfile, el cuál busca que el público aprecie las danzas ribereñas y caribeñas que a lo largo de 201 años, han acompañado al Carnaval de Barranquilla institucionalizándose como las más representativas a nivel mundial. Como especie de cultos aparecen año tras año danzas como El Congo, El Garabato, El Torito, La Cumbia, El Mapalé y demás, con un significado histórico tan grande que hoy día son aportes al patrimonio histórico nacional e inmaterial de la humanidad. “Socialmente hablando, cada pueblo o sociedad posee un característico sistema de entender y enfrentar a la realidad. El núcleo ético-mítico pertenece a la cosmovisión de un pueblo” (Germán Marquínez, 1982)¿Qué podría ser más mítico que el Carnaval?: un hombre muere y cada año resucita con la excusa de prender la fiesta, se lanzan flores en una batalla sin balas, la gente personifica diversos personajes a manera de parodia o por coyuntura mediática, se hacen rituales a través de los bailes y danzas. Quienes no participan son los que se acercan a observar cómo se conjugan todos esos elementos; y se cree en todo eso.
GRAN PARADA DE TRADICIÓN: De lo mítico a lo real

La admiración es una característica clave para apreciar esta manifestación cultural, ya que mientras unos artistas van en busca de un aplauso, otros intentan sacar carcajadas a los asistentes. Como los tradicionales disfraces en donde un hombre luce una peluca, maquillaje, senos falsos, un vestido mal cortado, unos tacones y un bebé de juguete para perturbar a otros hombres y hacerlos dudar de su virilidad, todo a cambio de la burla de los acompañantes y de unos cuántos pesos para quitarse de encima esta pesadilla. O las tradicionales letanías, que con picardía y morbosidad, muestran cuán alegre y descomplicado pueden llegar a ser los Barranquilleros. “Los mitos expresan una visión del hombre y del mundo; significan una organización del cosmos y de la sociedad” (GUIRAUD Pierre, La Semiología, 1982)

Lo mágico y fantástico de este desfile se presenta en las manifestaciones de las danzas, El Congo, por ejemplo, es casi un soldado que defiende a su tribu a capa y espada, pero en vez de capa y espada, usa un machete, una vejiga de cerdo inflada y en ocasiones, una serpiente para ‘atacar’ a su adversario. A su vez, La Marimonda es una referencia al ser humano ojón, narizón y bocón, que divulga los chismes más mediáticos y además, “mama gallo”; en la danza de El Torito, se nota la necesidad que tiene el ser humano de personificar animales como el toro, el perro, el tigre y el gorila imaginando cómo sería su comportamiento en el caso hipotético que estos tuvieran la opción de caminar en dos patas. Por su parte “El Garabato”, demuestra una vez más que las multitudes no aceptan que la vida nunca le ha ganado a la muerte, pues festejan cada vez que el hombre derrota a la muerte y sigue disfrutando como si nada ocurriese, pero de lo mítico a lo real, hay una diferencia eterna.    

GRAN PARADA DE TRADICIÓN: De lo mítico a lo real

César "Paragüita" Morales, fundador de
las Marimondas del Barrio Abajo

GRAN PARADA DE TRADICIÓN: De lo mítico a lo real

El Congo nunca ha desaparecido del Carnaval


GRAN PARADA DE TRADICIÓN: De lo mítico a lo real

Álvaro Bustillos, Rey Momo del Carnaval 2014, representa a "La Muerte" 

“La multitud es impulsiva, versátil e irritable y se deja guiar casi exclusivamente por lo inconsciente. La multitud piensa en imágenes que se enlazan unas tras otras asociativamente, como en aquellos estados en los que el individuo da libre curso a su imaginación, sin que ninguna instancia racional intervenga para juzgar hasta qué punto se adaptan a la realidad de sus fantasías” (Sigmund Freud, Psicología de las masas y el análisis del yo, 1979)

GRAN PARADA DE TRADICIÓN: De lo mítico a lo real

Disfraces de diablos y brujas demuestran que el Carnaval cree en
íconos mortuorios con fundamentos mitológicos. 


En el Carnaval de Barranquilla hay una amalgama de elementos que hacen que lo que pareciese un mito, se hiciese real dentro de una sociedad en donde los personajes sobrenaturales son los mismos disfraces y los extraordinarios héroes y heroínas son los bailarines, reinas y reyes que el pueblo tiene para que defiendan las costumbres y las demás generaciones, se atrevan a continuarlas. 

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