La fisura, protusión o hernia discal, se produce cuando la presión dentro del disco es mayor que la resistencia de envoltura fibrosa. La presión en el disco intervertebral es mayor al nivel de la columna lumbar y sacra, es decir, en la región de las L5 y S1 (disco entre la 5ª vértebra lumbar y la 1ª vértebra del sacro), debido al peso del cuerpo, la curvatura lumbar y las fuerzas vectoriales en esta zona.
La protusión discal L5-S1 debe mejorar con un tratamiento que incluya antiinflamatorios, reposo, correcciones posturales, etc. Si las molestias no mejoran con el tratamiento consevador, se podrá optar por la operación quirúrgica.
Gran parte de las lesiones en esta zona, pueden ser evitadas con ejercicios adecuados de prevención para fortalecer y estirar los tres grupos musculares que protegen la zona lumbar: los paravertebrales, los dorsales y los abdominales.
Además, evitar posturas incorrectas a lo largo del dia será fundamental.
El Método Pilates permite el alivio de las dolencias de la espalda y especialmente efectivo para los problemas discales. Se trabajan los músculos que protegen la columna vertebral y son responsables de la salud de la espalda, del mantenimiento de una postura correcta y del control de los movimientos del tronco y las extremidades.