Querida Cuentiofi de Barcelona:
Hoy tengo algo que contarte. Hace 8 meses que compartimos tan ricamente espacio contigo, tú me acogiste en las largas jornadas de invierno y contigo he vivido algunos de los mejores momentos de Bodas de Cuento aquí en Barcelona.
Aún tengo fresco en la memoria el día que colocamos la placa del portal o cuando llegó el primer (y carísimo) recibo del agua (Dios, este agua de oficina debe tener partículas de oro porque si no no lo entiendo, en fín…) y todas las horas que he pasado delante del ordenador, o scrapbookeando en esta mesa, preparando invitaciones, diseñando y preparando mil cositas para las cuentibodas. Recuerdo como si fuera ayer aquella primera reunión con Ana y Roberto cuando todavía no sabían ni siquiera en qué ciudad se iban a casar, si en Jerez o en Barcelona. Después vinieron más cuentinovios (qué majos todos, ¿verdad?), más reuniones, más scrapbook, más cosas que preparar para las cuentibodas (MUCHAS MÁS cosas que preparar para las cuentibodas!!!) y ha pasado lo que tenía que pasar: que ya no cabemos. En el fondo, todos sabíamos que este momento llegaría tarde o temprano. Eres la oficina más cuqui de Barcelona, pero es que eres muy pequeñita…
Nosotros ahora necesitamos mucho sitio para poder guardar los trastos bodiles y además poder trabajar y recibir a los cuentinovios y a todos los proveedores y compañeros con los que trabajamos en un espacio más amplio. Además, seguro que tú encuentras enseguida a tu media naranja. Ya verás como algún emprendedor joven y atractivo entrará por esa puesta y no podrá resistirse a tu papel pintado, ese que coloqué con tanto cariño. Ay, con lo mono que es… Aquí te lo dejo para que te acuerdes de mí.
Por delante nos queda ahora una mudanza, pelear con la compañía de teléfono para que instalen internet lo antes posible y sin que me líen ninguna historia, (¿pero es que no entienden que las cuentibodas no pueden esperar?), días y días de cajas invadiéndome por todos lados, escoger el color de las paredes… mucho trabajo en plena temporada pero también muchas ganas de dejar tan bonita como tú la nueva ofi.
Ya sabemos que eres tímida, pero, con tu permiso, vamos a enseñar al mundo lo guapa que eres. Esta es la forma de despedirnos de ti.
Querida cuentiofi pequeñita: Siempre estarás en mi corazón y en mis recuerdos de cómo fueron los inicios de Bodas de Cuento Barcelona. Te dejo estas paredes llenas de amor y de ilusión. Hasta siempre, bonita!
(Nuestros amigos de Visual Foto nos hicieron estas fotos tan lindas para que los que no llegasteis a conocer la cuentiofi podáis verla. ¡Esperamos que os gusten!)