Las grasas son sustancias indispensables para la formación de las células, el mantenimiento de la temperatura corporal y la protección de los órganos. Son la fuente más concentrada de energía alimentaria. En los elementos hay dos tipos de grasas, las saturadas y las insaturadas.
Las saturadas provienen del reino animal, se encuentran en carnes rojas y blancas, vísceras, fiambres, embutidos, lácteos y derivados, yema de huevo y también en algunos vegetales como el cacao, la palta y el coco. Las saturadas, incorporadas en grandes cantidades, elevan los niveles de colesterol en la sangre y aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
Las insaturadas provienen del reino vegeral -a excepción del epscado-; están en aceites, frutas secas, semillas, cereales, legumbres y pescados de mar. Las insaturadas son positivas para le organismo ya que reducen los riesgos que causan las saturadas.
¡Atención! las grasas vegetales que sufrieron procesos industriales como en el caso de la margarina, se comporta como grasas saturadas o animales.