Este gratén ha resultado muy jugoso, con mucho sabor y el toque crujiente del pan rallado con queso le sienta fenomenal. Así que es una manera estupenda de intentar que los más reticentes con las verduras empiecen a disfrutar de ellas!!
Se puede gratinar directamente con queso rallado, pero si mezclas a partes iguales queso rallado y pan rallado, el resultado es mucho más crujiente. También puedes añadir alguna hierba aromática como eneldo o ajo en polvo, y le das un toque genial al gratinado!!
(Para 4, aunque en realidad puedes usar las cantidades que quieras ya que son ingredientes sencillos)
- 2 calabacines
- 1 cebolla grande o 1 ajo puerro (lo que más te guste)
- Una docena de gambas o langostinos
- Tres cucharadas de queso de untar o queso crema (puede ser light)
- Un chorrito de vino blanco (50 ml. aprox)
- Queso rallado para gratinar y Pan rallado (opcional)
- Una cucharada de aceite de oliva
- Sal y pimienta
1. Trocea el calabacín, y la cebolla o ajo puerro, y junto con una cucharada de aceite de oliva, sofríe en la sartén a fuego lento-medio (para evitar que se queme).
2. Una vez esté tierno el sofrito vierte el vino blanco deja que reduzca, añade las gambas o langostinos pelados y picados. Mezcla y añade dos o tres cucharadas queso de untar o queso crema. Un pellizco de sal y pimienta.
3. Añade el sofrito a los moldes que vayas a utilizar. Mezcla a partes iguales dos cucharadas de queso rallado y pan rallado (si tienes Panko, mejor). También puedes añadir alguna hierba aromática como eneldo o ajo en polvo. Cubre los moldes con está mezcla y hornea a 200 grados hasta que esté dorado.