Grave incidente en órbita alerta del creciente peligro de la basura espacial

Datos de las redes militares de los Estados Unidos, y de mediciones de radar independientes de Alemania muestran que el satélite Envisat de la Agencia Espacial Europea pasó increíblemente cerca de la etapa superior de un cohete chino el mes pasado. Los datos de telemetría mostraron que los dos vehículos espaciales pasaron a tan sólo una distancia de 50 metros uno de otro, lo que puso a los expertos espaciales en alerta. El reciente incidente subraya de nuevo la situación de deterioro de la órbita de nuestro planeta, que está cada vez más llena de desechos de todo tipo de misiones espaciales.
El peligro de un nuevo accidente que desencadene una peligrosa reacción en cadena es muy real
Si el cohete chino hubiera chocado con el satélite europeo, el resultado habría sido devastador. Envisat es uno de los satélites más grandes en órbita, con un peso de alrededor de ocho toneladas. El cohete pesa aproximadamente 3,8 toneladas, por lo que suponen una masa combinada de más de 11 toneladas que habría resultado pulverizada en multitud de fragmentos en todas direcciones. Estos pequeños trozos de restos metálicos, que se mueven a una velocidad increíble, pueden provocar una reacción en cadena devastadora en órbita. Si impactasen otros satélites, son capaces de destruirlos, creando así, muchos más fragmentos que a su vez pondrían en un riesgo muy grave a otros satélites creando una situación muy peligrosa. A fin de evitar este escenario, los expertos europeos maniobraron su satélite mediante los propulsores de a bordo utilizando algo de propelente.
Según la ESA oficial Heiner Klinkrad, jefe de la Oficina de Desechos Espaciales, en Darmstadt, Alemania, un choque entre ambos objetos habría escrito "caos" en el cielo. Klinkrad explica que la altitud a la que se encuentran en vuelo ya está llena de desechos desperdigados, y que cualquier impacto podría reducir aún más las posibilidades de que cualquier otra nave espacial pueda cruzar la región hacia el espacio. A la misma distancia de la superficie de la Tierra, una nave espacial rusa Cosmos chocó con un satélite estadounidense del año pasado, la colisión produjo una gran cantidad de desechos. Los fragmentos que se encuentran en esta órbita particular, fueron generados por una prueba antisatélite realizada por China en 2007.
"El futuro del ambiente espacial se agravará sin medidas correctoras adicionales", declaró Nicholas Johnson científico jefe en desechos orbitales del Centro Espacial Johnson de la NASA. Johnson añade que cinco naves pertenecientes a la NASA tuvieron que efectuar maniobras para evitar colisiones el año pasado. Entre ellas: el satélite de comunicaciones Tracking and Data Relay Satellite (TDRS-3), el satélite Cloudsat, el Earth Observing Mission 1 y los satélites Aqua y Landsat 7. Lo que es más preocupante, añade, es que la Estación Espacial Internacional (ISS) y algunas misiones del transbordador también tuvieron que moverse para alejarse fragmentos metálicos que pasaban cerca.
"Un objeto penetrante que golpee la ISS y, posiblemente, provoque un accidente a bordo de [...] Creo que sería el caso más dramático que podríamos tener", comparte Klinkrad, añadiendo que las evacuaciones médicas de la ISS son increíblemente difíciles, incluso de planificar, no digamos ya de realizar. Actualmente, hay dos astronautas estadounidenses, dos rusos y un japonés a bordo de la instalación orbital.
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