Regresa Oliver Queen después de perderlo todo. Lo hace de la mano de J.T. Krul (siempre me ha sonado a DJ este nombre) y dibujo de Diogenes Neves, entintado por Vicente Cifuentes. Un nuevo comienzo en Star City, en concreto en ese bosque aparecido de la nada por obra y gracia de uno de los White Lantern, Deadman. Como si de un hermitaño se tratase, Queen se aleja no solo de su ciudad, sino que hace un “borrón y cuenta nueva”, intentando mantener callados sus fantasmas personales (Prometeo, Arsenal, la hija de éste…) y buscando que su faceta heróica sirva para mantener el orden en los barrios bajos de Star City. A eso, unimos el ataque financiero que le hará ganar un nuevo adversario y perder el control de Industrias Queen, además de estar acosado por el nuevo alcalde y comisario de la ciudad. Ahí es nada.
Aquellos que lleven tiempo tras la estela del personaje, se habrán dado cuenta que el tono se ha vuelto mas sombrío en los últimos tiempos, muy oscuro, en comparación con las etapas iniciadas por Kevin Smith y hasta los tiempos de Winnick, donde parecía estar dentro de una burbuja, que si no era de felicidad completa, si que le hacía afrontar con optimismo los problemas. Todo eso cambió con la llegada de Prometeo, un villano que cambió el semblante de Green Arrow y le llevó a transgredir una norma básica para un superhéroe “no matar al villano”. Mas o menos aquí arranca este Dentro del Bosque, donde tenemos los siete primeros números de la serie.
T.J. Krul, responsable de la caída de Oliver en los sucesos anteriores al tomo, parece tomarse muy en serio el tono de la serie; Tenemos no un superhéroe, sino un justiciero. Y le va como anillo al dedo al personaje. Con un dibujo que acompaña, veremos como es la nueva vida de Green Arrow lejos de la civilización. A poco de avanzar la historia, se ven abiertos distintos frentes; Por un lado tenemos el misterioso bosque, que podría centrar toda la acción sin problemas, por otro lado, la pérdida de Industrias Queen y su nuevo oponente. Si unimos a esos dos argumentos principales, el desarrollo del nuevo Oliver Queen y como avanza Star City tras su destrucción, hay tema para rato.
Es cierto que hay algo que no me termina de cuadrar, y es el misterioso compañero con el que Queen comparte bosque. No solo por el origen del mismo, sino porque se utiliza con hilo conductor para que nuestro protagonista pueda exorcizar sus fantasmas. Por cierto, en esa catarsis que tiene en el bosque, tenemos una escena que recuerda al trascendental y salvador encuentro de Garadiel con Frodo.
En general, bastante salvable, mas efecticista que efectivo en algunos pasajes, pero interesante en su mayor parte.