Greta & Marlene. Safo Va a Hollywood.

Greta & Marlene. Safo Va a Hollywood de Diana McLellan es casi una investigación sobre la época dorada de Hollywood y las mujeres que guardaban para sí y compartían entre ellas sus, como decía Greta Garbo, emocionantes secretos. Un retrato de las estrellas de cine femeninas más importantes de la época, mujeres como Garbo o Dietrich, que fueron en su época las estrellas más brillantes del cielo cinematográfico y que amaron a otras mujeres. Retratos de diferentes personalidades, como la austera, seria y solitaria Greta Garbo, una mujer que ponía como condición que sus amantes nunca hablaran de ella bajo castigo de retirarles la palabra para siempre, cosa que cumplió en numerosas ocasiones; la mujer fatal por antonomasia, fuera y dentro de la pantalla, devora hombres, devora mujeres y rompecorazones, Marlene Dietrich; la mujer que hizo de su vida un auténtico "carpe diem" y que declaró "papá me dijo que tuviera cuidado con el alcohol y los hombres pero no dijo nada de la cocaína y las mujeres", Tallulah Bankhead, la poetisa depresiva con tendencias suicidas, lesbiana de pro, poco agraciada físicamente pero con una cultura y una conversación tan interesantes que como declaró ella misma "no hay mujer que no pueda conseguir", Mercedes de Acosta; la guionista que manejó los hilos de la carrera de Greta Garbo y que, en cierto modo, también contribuyó a su ocaso prematuro, Salka Viertel y otras como Eva Le Gallienne, Alla Nazimova, Natacha Rambova, Joan Crawford, Hattie McDaniel, la mamie de Lo que el viento se llevó o la malograda Isadora Duncan.
Greta
¿Se conocieron relamente Garbo y Dietrich? Diana McLellan confirma que sí. Aunque ambas negaron conocerse durante seis décadas y Marlene siempre se empeñó en asegurar que su primera pelicula había sido El Ángel Azul, en la vejez terminó confensando que sí, que había aparecido en Bajo la máscara del placer, junto a Garbo, a su amigo David Bret. Bret le contó a McLellan que en una de sus conversaciones con Dietrich ella misma le había descrito una escena que había interpretado: "Si, y al final, yo mataba al carnicero" le dijo sonriendo. En dicha película, su personaje entra en la carnicería como loca y, poco después, el carnicero aparece muerto con la cabeza apoyada en la ventana. Repasando escritos sobre el director de la película, McLellan descubrió que el crimen con hacha perpretado por la mujer conocida como "la amiga de María" era tan sangriento que los censores alemanes lo cortaron. Marlene tuvo que estar allí para saberlo.
Marlene
¿Porque ambas negaron haber trabajado juntas o conocerse hasta el final de sus días? Según McLellan, ambas tuvieron una intensa aventura en Berlín durante el rodaje de la película Bajo la máscara del placer, de la que una inocente y sensible Greta, de 19 años, salió escaldada de esta "relación" con la experta Marlene, de 23 años, que terminó humillándola aireándo intimidades de la sueca a sus amigos.
Cuando Marlene llegó a Hollywood se encontró con un gran muro de protección alrededor de Greta llamado Salka Viertel. Greta le confesó sus temores a Salka ante lo que Marlene pudiera llegar a hablar de ella y Salka, que conocía a Marlene mucho antes de hacerse famosa, en Berlín, hizo un pacto con ella: si Marlene nunca pronunciaba el nombre de Greta ella no diría que su primer marido no había sido el buenazo de Rudolf Sieber, sino el espía soviético y estalinista provocador con diferentes nombres y entidades, Otto Katz. Otto contribuiría al Partido Comunista como escritor, editor internacional en cinco idiomas, espía entrenado por Moscú, recolector de fondos, tesorero, experto instigador de desinformación soviética y organizador de asesinatos políticos.
Marlene contribuiría con él, según McLellan aportando grandes cantidades de dinero que se destinaban a sacar del país y dar cobijo fuera de Alemania a los intelectuales y políticos comunistas perseguidos por el régimen nazi. Tampoco hablaría de que incluso ella misma desconocía la paternidad de su única hija, posiblemente, fruto de una violación. Su hija declaró que su madre le dijo una vez "tú eres mía, sólo mía y de nadie más".
Con la promesa de desvelar estos escandalosos secretos, Marlene no pronunció nunca el nombre de Greta ni en la intimidad. Cuando estaba con Salka, se refería a ella como "la otra mujer" o "la niña sueca". Incluso se le negó participar en las reuniones con sus propios compatriotas alemanes, a los que Salka reunía porque Salka invitaba a Garbo y Garbo ponía como condición no encontrarse con Dietrich.
Salka y Greta
Salka Viertel, buena guionista y por desgracia, inteligente manipuladora, ¿cómo contribuyó a terminar con la carrera de Greta Garbo?, ¿como ayudó Tallulah Bankhead a hacer reflotar la carrera de Dietrich? y, ¿que tuvo que ver en todo esto J. Edgar Hoover?, ¿Por qué tiene el FBI documentos con el nombre de Marlene Dietrich?, ¿y por qué destruyó algunos de estos documentos en los años 80?
Tallulah
Todas las respuestas a estas preguntas y más, además de un amplio documento sobre el mundo del cine y la sociedad Hollywoodiense, la política y el ambiente que reinaba en la famosa caza de brujas a la gente del cine ya fuesen comunistas conocidos o sospechosos de serlo, el panorama desolador del cine en la época de la II Guerra Mundial, la crisis que sobrevino a las estrellas del cine mudo con el boom del cine sonoro o la otra crisis que sufrió el cine, la entrada de la televisión en las casas americanas, revelaciones de complejas conexiones, psicología, sexualidad...
En definitiva, la vida de dos mujeres, dos nombres propios, que aunque negaron conocerse hasta el final de sus dias, siempre irán irremediablemente unidos, ya sea por la duda razonable de su romance o por la certeza de ser la antítesis la una de la otra y , a pesar de ello, ser las rivales más fuertes de su época.
Seguramente si vieran que en el siglo XXI la gente sigue fantaseando con su aventura, como este montaje que he encontrado por la red, a Greta le daría un infarto y Marlene, bueno... Marlene se reiría mucho.